Massimiliano estaba empadronado en Ibiza, pero su verdadera residencia era su furgoneta. La inequívoca estética ´hippy´ del vehículo suponía una declaración de intenciones. Las sesiones de ayahuasca, una sustancia que se usa en rituales chamánicos en el Amazonas, era su afición más confesa. Al parecer, se encontraba bajo sus efectos cuando murió. Sus hábitos nómadas le habían hecho ser visto en diferentes puntos de Mallorca. Su coloreada furgoneta con motivos ´flower power´ no pasaba inadvertida. En el frontal se podía leer ´Peace and Love. No war [Paz y amor. No a la guerra]´, acompañado del famosísimo logo ´hippy´. En la parte posterior aparecía un dibujo de un paisaje bucólico arropado por la frase: «Donde la vida era melodía». Expertos de la Guardia Civil revisaron ayer los enseres chamuscados dentro del vehículo. Todo apunta a un suicidio inducido por el consumo de ayahuasca.