El portavoz del PP de Ibiza, Miquel Jerez, recalcó que al partido solo le causaron «daños materiales», que a quien se puso en grave riesgo fue «a los vecinos», entre ellos, a «tres personas mayores con movilidad reducida» que allí viven. Una de ellas es Catalina Ferrer, que se despertó aún de noche y pasó miedo. En el cuarto vive su hermana Carmen, a quien levantó su marido en torno a las seis y media, y se encontró «la casa llena de humo». Pep no escuchó nada del alboroto que otros vecinos afirman haber oído cuando los vándalos forzaron la entrada. Le sacó de la cama el humo, a las seis y cuarto, y enseguida comprobó si su estufa estaba apagada. Abrió la puerta y se encontró con la humareda que llenaba la escalera, puso toallas húmedas bajo la puerta, llamó al 061 y esperó a que llegaran en el balcón de su casa: «Enseguida vimos las sirenas». Ayer por la tarde aún expulsaba una secreción negra al toser.