El presidente del PP ibicenco, Vicent Serra, se reunió a primera hora de la tarde con los vecinos del inmueble en el que se halla su sede, atacada ayer, para «tranquilizarles» por lo ocurrido y ponerse «a su disposición», según explicó justo al acabar este encuentro.

«Hay predisposición a darnos una segunda oportunidad» afirmó que le dijeron los residentes en el 22 de la avenida Bartomeu Rosselló. El avance de la investigación policial «podría condicionar» la adopción de medidas para aumentar la seguridad de la sede, a las que se comprometió Serra con los vecinos.

El presidente del PP ibicenco se lamentó de que «un partido aún es un mal vecino» porque «desgraciadamente» es proclive a sufrir «actos vandálicos». Pero en esta ocasión «ha habido fuego», añadió Serra, quien agradeció a la comunidad su «comprensión». En el edificio viven una decena de familias.