Ya casi nadie se acuerda de la cultura del agua que existió entre la población de las Pitiüses hasta finales del siglo pasado. Cuando la llegada masiva de turismo obligó a las administraciones a construir desaladoras de agua de mar para consumo humano, con grandes costes de infraestructura y energéticos, esa cultura se fue diluyendo en la memoria colectiva al mismo tiempo que se abrían grifos donde jamás los hubo. Eran los tiempos en los que se cuidaba de forma pulcra las cisternas.

La situación en Formentera era quizá más evidente al ser un territorio muy pobre en recursos hídricos y que dependía de la lluvia caída. El tejado de las casas y el entorno se cuidaba con mimo siempre pensando en recoger el agua más limpia posible ya que esa arquitectura tradicional permitía captar el máximo que luego iba a parar a esos vientres de vida subterráneos que son las cisternas.

Hoy en día la situación es diametralmente opuesta y la tecnología ha entrado a formar parte del día a día para lograr que el consumo del agua sea responsable, ya que su coste en las islas es especialmente elevado.

En poco espacio de tiempo cerca de 21.000 usuarios de los servicios municipales de aguas de Ibiza y Formentera, los que viven el núcleos urbanos, reciben la factura electrónica de Aqualia en su correo electrónico, «apostando así por el cuidado del medioambiente», señala la compañía en la nota de prensa que ha emitido con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente.

Pero además existe el servicio e-factura gratuito que permite al cliente consultar los mismos datos de la factura tradicional en papel, pero en un formato digital, de forma cómoda, rápida, segura y con toda la validez legal y fiscal.

Esta es una de las apuestas que está realizando esta compañía en los municipios de Ibiza donde tiene la contrata del servicio municipal de aguas y en Formentera donde es la gestora del suministro de agua en todas las localidades de la isla que cuentan con la red de suministro.

«Con el incremento en el número de clientes adscritos al servicio de factura electrónica se minimiza el impacto en el medio ambiente y se avanza en el compromiso con el desarrollo sostenible», apunta la compañía.

Los usuarios que apuestan por la factura electrónica, contribuyen quizá sin saberlo en el cuidado del medio ambiente, ya que, para la fabricación de 1.000 kilos de papel blanco son necesarios 100.000 litros de agua, además de emitir 1.700 kilogramos de CO2 a la atmósfera.

Formentera

El caso de Formentera es diferente por las características de la red de distribución que incluye varios depósitos y estaciones de bombeo, pero, sobre todo, por depender únicamente de una sola fuente de producción de agua: la desaladora de es Ca Marí gestionada por Sadyt, filial de Valoriza Agua, que ganó la contrata en 2015 y que gestionará la planta durante los próximos 12 años.

De hecho en esa fecha la Agencia Balear del Agua, dependiente del Govern, aumentó la capacidad de producción de la planta desaladora hasta las 5.000 toneladas día.

Pero Formentera, sobre todo en las zonas rústicas, está literalmente perforada de pozos, sobre todo de cisternas que guardan el preciado y caro líquido. El metro cúbico de agua a pie de la planta desaladora roza los 2 euros, a lo que hay que añadir el transporte en camiones cubas si la casa está en zona diseminada, más las correspondientes tasas.

Pero desde hace ya dos años la empresa Aqualia, con la financiación del Consell de Formentera, está apostando por la instalación del nuevo sistema de telelectura 'inteligente' que permite reducir considerablemente la huella de carbono y ahorrar agua evitando fugas aumentando la eficacia de la red. En esa misma apuesta la compañía ha incorporado recientemente a su flota dos vehículos eléctricos adquiridos para realizar el servicios en Formentera.

El objetivo es lograr un uso sostenible y adecuado del agua. De hecho, en 2017 el rendimiento hidráulico en Formentera fue de un 89,57%, según una nota remitida por el Consell, el mayor de Balears.

El sistema, implantado primero en Sant Ferran, y que ahora se está extendiendo a todas las poblaciones estará terminado el 31 de diciembre de este año. Se trata de la instalación de casi 2.400 contadores inteligentes, sin ningún coste para los usuarios pero financiados por el Consell de Formentera con 302.000 euros. Esta tecnología permite la lectura de los contadores en tiempo real, mejorando la información y la eficiencia de la red.

Todos los pueblos y zonas turísticas de Formentera conectados a la red general de suministro tendrán a final de este año un sistema único en Balears para mejorar la gestión del agua. Esto permitirá a los usuarios acceder a la lectura de su contador mediante una aplicación, Smart Aqua, sin necesidad de estar en casa, y también podrán conocer en cada momento el consumo que realizan y si tienen fugas en la red.

Sant Ferran, piloto

Este sistema ya se puso en marcha el pasado año en Sant Ferran con el montaje de 234 contadores, más el general que da agua a esta localidad, con resultados positivos en cuanto a la detección de fugas o de cualquier tipo de anomalía. Como ejemplo, la responsable del servicio de Aqualia en Formentera, Mar Yern, expuso que en los 15 meses que lleva este sistema en funcionamiento en Sant Ferran se han detectado 31 fugas con una pérdida media de 17 litros por hora. Esto hubiera representado, de no haber sido detectadas, pérdidas de 379.400 litros al mes, unos 38 camiones cisterna mensuales.

A la vista de los resultados, ahora se amplía la campaña a toda la isla para lograr una «gestión más eficiente del agua ya que permite el control del consumo en tiempo real», explicó la consellera de Medio Ambiente, Daisee Aguilera.

Está previsto que, en total, se instalen 2.394 contadores inteligentes. Estos dispositivos emiten una señal de radio con toda la información cada ocho segundos que recoge el sistema pero seleccionando un dato cada hora de cada contador. También detecta mediante alarma cualquier comportamiento anormal, con indicación de las posibles averías en la instalación. Aguilera insistió en que gracias a este sistema «el rendimiento de la red de distribución de agua de Formentera es uno de los mejores de Balears, del 89,54%, lo que es un porcentaje muy positivo».

El proyecto se desarrolla por fases y la primera de ellas está a punto de terminar con la instalación de contadores en Sant Francesc y la Savina. La segunda fase, durante estos meses, prevé la instalación en es Pujols del mayor número de contadores, 710.

Luego le llegará el turno a es Ca Marí, ses Bardetes, es Caló, el Pilar, sa Roqueta y el polígono industrial, y en el último trimestre del año se realizarán las pruebas y la puesta en marcha de todo el sistema de telelectura.

Otra muestra del compromiso de Aqualia con el medio ambiente es la campaña corporativa #CompromisoAqualia, que gira en torno a la web www.compromisoreal.com, en la que recoge los impactos socioeconómicos y su contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.