Desde ayer y hasta el próximo 30 de septiembre, el área de Movilidad del Consell de Formentera aplica el control de acceso a las playas más concurridas de la isla, situadas en el Parque Natural de ses Salines; ses Illetes, Cavall d'en Borràs y Llevant.

El conseller Rafael González explicó que detrás de las medidas que aplican desde hace años esta la intención de «potenciar la movilidad sostenible en este espacio protegido y por eso recomendamos que la gente acuda a pie, en bicicleta, transporte público o en vehículo eléctrico». Los vehículos de gasolina o diésel tienen que pagar por acceder. Al mismo tiempo, destacó que se mantienen los mismos criterios que el pasado año con el objetivo de «mantener el orden y la seguridad en el Parque Natural de ses Salines, para que en el caso de una urgencia o cualquier situación de riesgo, los servicios de emergencia puedan acceder con seguridad».

La capacidad que tienen las distintas zonas de estacionamiento habilitadas en este entorno es de 1.000 motos y 300 coches. Pero a partir del mes de junio y a determinadas horas del día, cuando se llenan todas las plazas y no quedan más sitios libres se bajará la barrera y hasta que no salgan vehículos no entrarán otros, lo que provoca atascos y alguna queja.

La empresa Ibifor es la que tiene el contrato con el Consell para realizar la gestión del acceso. A medida que avanza la temporada va incrementando el número de empleados en el punto de control de acceso y en los distintos estacionamientos.

El acceso al Parque Natural de ses Salines es gratuito para los residentes de Formentera, al igual que para los peatones, usuarios de bicicletas y de vehículos eléctricos. Los no residentes deberán abonar 4 euros, en el caso de los coches, y dos euros si van en una moto, lo que les da derecho a entrar y salir cuantas veces quieran en un mismo día. En cambio, los quads

Regulación

El periodo de regulación del acceso a ses Illetes y Cavall d'en Borràs se extiende hasta el 30 septiembre, y para la zona de Llevant, se regula del 1 junio y el 15 septiembre. El horario de regulación es de 9 a 17 horas, en temporada baja, y de 9 a 20 horas en temporada alta.

También se regula la entrada de autobuses del servicio regular y discrecional para evitar aglomeraciones en horas punta. González detalló que en el caso del servicio regular ,«puede entrar un vehículo cada media hora, para evitar que haya dos al mismo tiempo, y en el caso del discrecional también puede entrar uno cada media hora pero sólo en los extremos del día, por la mañana hasta las 12 y por la tarde a partir de las 17 horas».

En cuanto a los vehículos de gran volumen, que generalmente llevan mercancías a los restaurantes de la zona, se restringe su entrada durante el horario de máxima afluencia de turistas.

El conseller también indicó que antes de empezar la temporada han arreglado «todos los caminos del Parque Natural, incluida la entrada, donde está el control».

Añadió que a partir del mes de junio empezarán los trabajos de mantenimiento, «regando el camino a primera hora para reducir el polvo que genera en verano el paso de los vehículos».