Con la llegada de la primavera el entorno de s'Estany Pudent, en el Parque Natural de ses Salines, en Formentera, se llena de numerosas especies de aves que convierten este enclave en un espectáculo de vida para los amantes de la naturaleza.

En estos momentos se mezclan las aves residentes que están criando en esta zona húmeda con las migrantes, tal y como muestran las imágenes de Gerardo Ferrero. Se ven huevos del chorlitejo patinegro ( picaplatges), pero también está criando la cigüeñuela común ( avisador), el anade azulón ( coll verd) e incluso la lavandera boyera ( xatxeri groc).

Algunos de estos ejemplares ya están sacando sus pollos adelante y los aficionados a la ornitología y a la naturaleza pueden comprobar, a base de paciencia y observación, cómo defienden su territorio y a sus crías o cómo consiguen alimento.

El biólogo Santiago Costa lleva años observando y analizando el comportamiento de las aves en este paraje protegido y explica que en esta época del año «se mezcla la migración de aves y los nidificantes que ya están sacando pollos, es el momento de subida, es decir, que las aves que pasan el invierno en África suben a los lugares de nidificación europeos donde crían».

En cambio, este experto señala que el martín pescador ( Arner) suele pasar el invierno pero no cría, al igual que el abejaruco europeo ( abellarol) y al archibebe común ( gamba roja).

Mención aparte merece la garza imperial ( agró roig), que suele aparecer raramente en primavera y cada vez es más difícil de observar en este entorno. Costa señala que «esta especie es bastante rara de ver, aunque hubo un tiempo en que era más frecuente».