El buque 'SYLT' de la multinacional suiza SGS ha llevado a cabo una exploración en las costas de Formentera, entre los días 16 y 18 de abril, en una zona de gran riqueza en patrimonio arqueológico sumergido y cuyos orígenes se remontan a los inicios de la navegación en el Mediterráneo. La embarcación está dotada de los sistemas tecnológicos más avanzados, según ha informado la compañía.

Esta exploración se enmarca en la tercera campaña de prospección arqueológica de la Carta Arqueológica Subacuática de Formentera (2015-2019). Este proyecto, impulsado por el Consell Insular de Formentera y el Instituto Balear de Estudios en Arqueología Marítima (Ibeam), tiene como objetivo localizar restos arqueológicos sumergidos que permitan conocer mejor las distintas etapas de la historia marítima de Formentera, refugio natural durante siglos de navegantes mediterráneos.

La multinacional SGS ha ofrecido los trabajos del barco 'SYLT', de reciente adquisición, como contribución voluntaria a las acciones de prospección de las aguas de Formentera. Según han añadido, esta acción se enmarca en su "fuerte compromiso social con la sostenibilidad, la preservación del medio ambiente y la conservación del patrimonio cultural e histórico" de los lugares en los que desarrolla su actividad.

Con la adquisición del SYLT, la compañía suiza puede realizar los trabajos más precisos en caracterización geomorfológica del fondo, cartografía marina, búsqueda de recursos naturales y valoración del estado de mantenimiento de estructuras sumergidas. La tecnología del barco permite obtener una imagen virtual de alta resolución del fondo marino gracias a sus sensores. Todo ello facilita encontrar objetos perdidos en el mar, reduciendo el tiempo de los trabajos de rastreo y posibilitando una mayor eficacia en las labores de búsqueda de elementos e infraestructura sumergida.Campaña

Según ha informado la compañía, la zona de estudio se ha centrado en un tramo de costa de 6 kilómetros cuadrados al oeste de la Isla, delimitado por Cala Saona en el norte y el Cap de Barbaria en el Sur. En cuanto a los medios técnicos, el buque de 30 metros de eslora, está dotado de dos transductores multihaz y un sistema monohaz integrado que permite realizar levantamientos submarinos de muy alta resolución, sin el impacto medioambiental que los sónares convencionales tienen en la biocenosis marina.

Los sistemas de abordo procesan las señales en tiempo real, pudiendo el operador geolocalizar con precisión centimétrica, tanto la posición del barco, como la de los objetos descubiertos. Además, dispone de cámaras de video de alta resolución para inspeccionar los hallazgos.

El equipo de exploración ha contado con un coordinador de operaciones y cinco miembros de la tripulación, además de untécnico de batimetría, ingeniero experto en hidrografía, y un equipo de buzos como apoyo a los trabajos.

La segunda fase de la operación tendrá lugar entre octubre y noviembre de este año.