El Consell de Formentera se ha retractado y ha iniciado la tramitación para retirar la licitación del quiosco desmontable en el acceso a sa Tanca d'Allà Dins, a 1,7 kilómetros del faro de es Cap, cuyo concurso convocó en febrero. El objetivo era encontrar una empresa que controlara la entrada de vehículos a motor, ofreciera un servicio de alquiler de bicicletas y de mantenimiento a cambio de instalar un quiosco de bebidas al lado de la barrera.

Este decisión implica que esta temporada se mantendrá la restricción de entrada de vehículos a motor y el control volverá a realizarse, igual que en 2017, «únicamente con medios y recursos propios», señala el Consell en una nota de prensa.

El conseller de Movilidad, Rafael González, justificó el cambio de criterio «porque hay una parte de la población que entiende que esta instalación podría conllevar una presión humana perjudicial para el mantenimiento de este espacio, y esto es precisamente lo contrario de lo que queremos conseguir».

Críticas

Este concurso ha sido muy criticado y cuestionado por los partidos de la oposición al considerar que se le había dado poca publicidad y no había sido consensuado. Este extremo se confirmó cuando se supo que sólo se había presentado una empresa al concurso.

Rafael González consideró que «la reivindicación de la gestión de la finca, el cierre al tráfico y todas las acciones que se han impulsado y se impulsarán tienen por objetivo preservarla y transmitir el mensaje de que si cuidamos la naturaleza, nuestro futuro económico está garantizado».