La Conselleria balear de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca y la Cooperativa del Campo de Formentera han destacado la colaboración iniciada en enero para conservar la higuera 'Na Blanca d'en Mestre', árbol singular catalogado, llevando a cabo la poda de saneamiento y acondicionamiento del ejemplar.

Según han explicado desde el Govern, este árbol, junto a otro ejemplar de la zona, es una de las higueras apuntaladas más conocidas de la isla.

Las dos higueras se encuentran ubicadas en un camino rural del término municipal de Sant Francesc Xavier. Con unas copas de entre 300 y 350 metros cuadrados, fueron incluidas en el Catálogo Balear de Árboles Singulares en 1993 por sus características y por su edad, que ya en ese momento se suponía superior a los 100 años.

La estructura que presentan los árboles es el resultado de mantener de forma artificial una enorme copa gracias a la ayuda de puntales u horcas. Esta técnica tradicional, que hoy en día ya pocos conocen y que se está perdiendo, da al árbol una configuración muy horizontal, capaz de mantener ramas largas y con mucha superficie.

Estos árboles y otros con la misma configuración existentes en la isla han provisto en tiempos anteriores de frutos a personas y animales, así como de sombra espesa al ganado.

El resultado de la acción llevada a cabo sobre el árbol es que se ha eliminado un 40 por ciento de ramaje debido al mal estado que presentaba y que estaba afectado por diferentes agentes negativos, como el ataque de escarabajos y termitas, ramas perforadas por gusanos barrenadores de madera, ramas mordidas por ratas, ramas podridas por hongos o cruces excesivos que impedían la llegada del aire y la luz a las partes más bajas del árbol.

Según el Govern, se ha hecho una actuación de saneamiento, estabilización de la estructura y saneamiento del árbol. Los técnicos de la Cooperativa trabajaron en la higuera supervisados y asesorados por el propietario Juan Escandell, campesino experto conocedor de cómo se han realizado siempre estas tareas. Además, se ha revisado y restaurado el sistema de apuntalamiento. Así, se han vuelto a apuntalar gran parte de los horcones, pies de cabria y pértigas y se han vuelto a atar ramas para hacer una redistribución más homogénea en las coronas exteriores del árbol.

Con esta actuación se pretende no solamente sanear y rejuvenecer el ejemplar, sino preservar el conocimiento de la técnica del apuntalamiento, que no debería perderse por su gran valor etnológico y de patrimonio cultural, aparte de por su importancia estética.