El pleno del Consell de Formentera aprobó ayer con los votos de GxF una modificación del presupuesto de este año de 9.746.000 euros, que salen del remanente de la propia institución, acumulado en los últimos cuatro años.

El conseller de Hacienda y Presidencia, Bartomeu Escandell, aprovechó su intervención para sacar pecho ante el «músculo y autonomía económica» -repitió varias veces- que demuestra la institución insular en la gestión de las arcas públicas. Esta inyección económica en el último trimestre significa que las cuentas del Consell rozarán, a final de este año, los 30 millones de euros y estarán saneadas para el presupuesto del año que viene.

El resto de grupos de la oposición coincidieron en reprochar la falta de información y el poco detalle de la propuesta económica defendida por el gobierno insular, «que se resume en un par de folios», subrayó el portavoz del PSOE, Rafael Ramírez.

En eso también incidió la consellera de Compromís, Cristina Costa, que destacó que había contado «hasta siete partidas de gastos diversos» que, a su juicio, merecen mayor concreción.

En cambio, el PP, bastante crítico habitualmente con la gestión económica de GxF, no utilizó su turno de palabra y se limitó a votar la abstención junto al resto de partidos de la oposición.

En declaraciones posteriores, el portavoz popular, José Manuel Alcaraz, manifestó: «Estamos de acuerdo en algunas partidas que salen de sentencias judiciales pero seguimos criticando la falta de planificación, por eso la abstención». Alcaraz se refería en este caso a la sentencia que obliga al Consell a pagar cerca de dos millones de euros, con los intereses de demora, a la empresa Plaça de Sant Ferran, a raíz de una licencia anulada por los tribunales y otorgada en 2005 en el gobierno municipal del PP-GUIF-PREF.

La modificación del presupuesto fue justificada por Escandell por «la existencia de gastos que no pueden demorarse hasta el ejercicio siguiente». «Dado de que se dispone de remanente líquido de Tesorería, se han incorporado 9.746.000 euros, manteniendo la línea de endeudamiento cero», subrayó.

Este incremento presupuestario se destinará a pagar la liquidación de los créditos provenientes del recientemente extinguido Consorci Formentera Desenvolupament, con 1,7 millones de euros. Se habilita un crédito para comprar la finca de Sa Senieta con un coste de 2,5 millones de euros, aunque un millón será retornado en 2018 a través del impuesto de turismo sostenible.

La modificación contempla inversiones para la reforma de la calle Guillem de Montgrí y calle Valencia, en la localidad de Sant Ferran, por 1,4 millones de euros y también se incluye el pago de la responsabilidad patrimonial de Ca ses Castellones. En el aumento presupuestario se incorporan créditos para pagar los gastos de funcionamiento ordinario que hayan podido surgir y la paga extra retenida de los funcionarios.