La conselleria de Medio Ambiente del Consell de Formentera ha decidido incrementar la dosis del producto utilizado en la fumigación de las poblaciones de mosquitos y quironómidos, así como ampliar la zona de tratamiento tras comprobar la reciente proliferación de estos insectos desde finales de la semana pasada.

La campaña anual contra los mosquitos que lleva a cabo este departamento de la institución formenterense se inició el pasado mes de mayo y continuará hasta el próximo mes de octubre.

Desde el jueves día 17 de agosto, los vecinos de Formentera han venido sufriendo lo que algunos calificaban como «ataque nunca visto» por parte de hordas de insaciables mosquitos que no limitan su actividad a las primeras y últimas horas del día, como es habitual, sino que permanecen activos durante la mayor parte de la jornada.

Los clientes de restaurantes y chiringuitos situados cerca del agua abandonan los establecimientos a la carrera incapaces de soportar las molestas picaduras y en los supermercados y farmacias consultados por este diario llegaron a agotarse los productos repelentes de mosquitos.

Pero lo que más llama la atención es que estos insectos han abandonado las acumulaciones de agua dulce, donde normalmente proliferan, apareciendo en un elevado número en los núcleos urbanos y «hasta en la Mola, donde nunca habían llegado», aseguraba ayer un residente.

Los responsables insulares de Medio Ambiente explicaron ayer que este incremento de la población de mosquitos y quironómidos se debe a las tempranas lluvias caídas en la isla, «que normalmente se producen más tarde», seguidas de altas temperaturas.

Para atajar esta situación, desde el área de Medio Ambiente de la Administración insular han decidido aumentar la dosis del producto biológico con el que desde mayo se están fumigando diferentes zonas de la isla una vez a la semana: el Bacillus thurigiensis israeliensis, un tipo de bacteria que supone una alternativa biológica al plaguicida químico.

Además de este incremento en la proporción de este agente microbial que actúa directamente sobre las larvas de los insectos, también se va a ampliar la zona a tratar, aunque desde el Consell no pudieron concretado ayer qué nuevas áreas se fumigarán.

En el Parque Natural

Hasta ahora, la campaña contra los mosquitos se ha limitado a los alrededores del Parque Natural de ses Salines. Así, dos operarios han estado fumigando una vez por semana mediante una mochila aplicadora el entorno de s'Estany Pudent, de s'Estany des Peix y de ses Salines den Marroig, al tratarse de las áreas húmedas donde se concentra el agua dulce, hábitat preferido para las larvas de estos molestos insectos. También se ha espolvoreado el producto granulado para mejorar la eficacia de los tratamientos, según explicó el Consell de Formentera en un comunicado.

La máxima institución formenterense tenía previsto un gasto de 22.944 euros para la campaña antimosquitos de este año, con la posibilidad de ampliarlo si se detectaban problemas con la proliferación de los insectos, como así ha ocurrido.