El temporal de lluvia y viento que sufrieron las Pitiusas ahora hace una semana también afectó a las embarcaciones del servicio de vigilancia de fondeos, arrancando de sus amarras dos de las cinco lanchas que tienen su base en el campo de boyas ecológicas de Caló de s'Oli y golpeándolas contra las rocas de la orilla. De las dos lanchas, una pudo ser reparada de inmediato y quedó operativa la misma mañana del jueves, mientras que la segunda, que sufrió daños considerables, no podrá prestar servicio hasta finales de la semana, según explicaron ayer los responsables de Solrac Plus, empresa adjudicataria del servicio de asesoramiento y vigilancia del fondeo en aguas de Ibiza y Formentera. Así, del total de cinco embarcaciones con las que cuenta esta prestación temporalmente, dos cubren la zona de ses Illetes (en lugar de las tres que había antes de la tormenta); una opera en la zona de Poniente; otra en Cala Saona; y la quinta está destinada a la zona de ses Salines, en Ibiza.

Esta reducida flotilla de vigilantes, que comenzó a funcionar el pasado 3 de julio, no parece suficiente para controlar al gran número de embarcaciones que durante estos meses fondean en el litoral pitiuso, a tenor de las quejas que se han recibido en la conselleria balear de Medio Ambiente y de las que se hacen eco las redes sociales periódicamente.

Desde el Govern balear, responsable del servicio, aseguraron ayer que «nunca ha habido un servicio tan potente de vigilancia». Sin embargo, matizan: «Entendemos que el número tan elevado de embarcaciones navegando por la zona y la falta de concienciación social hace que sigan saliendo incidencias de barcos que fondean sobre posidonia y nosotros no llegamos a todas».

«Entendemos que se trata de un proceso que requiere su tiempo y su concienciación, como ocurrió con el tema del fuego en el bosque, que al principio costó mucho pero ahora ya la gente lo respeta», expuso ayer Joan Ramon, director gerente del Ibanat. «No podemos tener embarcaciones en todas las calas vigilando que no haya barcos sobre posidonia, lo que hace falta es una regulación y que los navegantes sepan dónde se puede fondear y dónde no, igual que cuando se circula por la carretera», insistió.

Respecto a las denuncias ciudadanas a través de las redes sociales, Ramon recordó que la forma más efectiva de activar el 'protocolo posidonia', que coordina todos los efectivos para evitar los fondeos sobre esta planta, es a partir de una llamada al 112. «La denuncia por internet puede funcionar para concienciar a la gente, pero no es una buena herramienta de apoyo a los patrones de las lanchas» del servicio de vigilancia, aseguró el dirigente del Govern. «Agradecemos el trabajo de los voluntarios, pero tiene que ser un trabajo en positivo y de refuerzo para los profesionales que realizan este servicio», añadió. Unos profesionales que, según Ramon, «solo intentan hacer su trabajo y se están encontrando muchas presiones a diferentes niveles».