La campaña de control de ofidios en Formentera ha empezado este año un mes antes que en 2016 y se prolongará hasta noviembre. En los escasos dos meses de control, un operario del Centro de Recuperación de Flora y Fauna de las Balears (Cofib) se ha dedicado en exclusiva a esta tarea. En ese periodo de tiempo se han capturado 201 ejemplares en un total de 150 jaulas distribuidas especialmente en la zona de es Torrent Fondo de la Mola. Un dato significativo es que se ha determinado que cerca del 40% de los contenidos estomacales de las serpientes analizados presentaban al menos un ejemplar de lagartija.

La mala noticia es que se ha constatado que las serpientes en Formentera parecen haberse expandido ligeramente, ya que se han capturado fuera del área donde el año pasado habían sido detectadas. La buena, que no ha habido capturas en el resto de la isla.

El conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, y el jefe del Servicio de Protección de Especies, Joan Mayol, explicaron ayer en la sede del Consell de Formentera que el objetivo de esta campaña es «intensificar el esfuerzo en la técnica del trampeo».

La diferencia con el método aplicado el pasado año, en el que cayeron 300 ejemplares en las trampas, es que se ha empezado un mes antes para concluir en noviembre. Además, se ha dado un paso en la campaña de control de ofidios para establecer la densidad de serpientes en las islas de Ibiza y Formentera con el fin de elaborar un estudio con la finalidad de poder evaluar el posible impacto sobre la biodiversidad.

Protocolo de cobertura

Protocolo de cobertura

En el caso de Formentera, el servicio de Protección de Especies ha diseñado un protocolo de cobertura regular del territorio, con una jaula cada cuatro hectáreas, que se irá incrementando sucesivamente hasta estabilizar el ritmo de capturas, lo que permitirá fijar la densidad óptima de cajas-trampa.

Vidal destacó que «desde el primer momento que se trasladó la preocupación de la invasión de las serpientes hemos actuado tomando medidas y año tras año hemos ido generando conocimiento y retos a superar». Insistió en que en esta campaña han querido dar un «salto cualitativo con una nueva metodología de trabajo y efectivos».

Por su parte, la consellera de Medio Ambiente del Consell de la isla, Daisee Aguilera, insistió en atajar el problema desde el foco, es decir, en la entrada de oliveras a las islas, y por ello recalcó la necesidad de «pedir al Ministerio el control de entrada de los olivos», ya que es por donde entran de estas especies invasoras.

Vidal recordó, a preguntas de los periodistas, que el Ministerio ya ha recibido el documento elaborado en diciembre de 2016 por la CAIB y por Canarias (febrero de 2017) para la redacción de la estrategia nacional de control de ofidios invasores en las islas. El conseller indicó que el objetivo es que se «analice jurídicamente y técnicamente el transporte de grandes árboles ornamentales, especialmente olivos, de la Península en las islas».

Vidal aseguró que miembros de su departamento también se han reunido en Ibiza con el sector de viveros para analizar conjuntamente el problema, y se ha comprobado que «la disposición para colaborar es positiva».

El operario del Cofib tiene un contrato a tiempo completo para el desarrollo del programa y cuenta con la ayuda regular de otros técnicos, además de la colaboración de los consells, agentes de medio ambiente y ayuntamientos.

El conseller, con toda la prudencia, indicó que en el caso de Formentera el nuevo proyecto «intenta avanzar hacia una posible erradicación». De momento se han distribuido 150 jaulas intensiva, para empezar, en las que se añadirán más de manera proporcional y en función de las capturas.