El biólogo marino Manu San Félix presentó ayer el resultado de la cartografía de la posidonia que inició el pasado año en la zona de Migjorn, en Formentera, donde ya ha cubierto el 90% de la superficie. A partir del martes que viene seguirá el trabajo a lo largo de Cavall d'en Borràs, ses Illetes y es Trucadors hasta completar a finales de este año todo el perímetro de la isla.

Pero el trabajo 'Posidonia Maps' seguirá también el año que viene en Ibiza, concretamente en la pradera situada bajo el castillo de Vila, en la de la Platja d'en Bossa y en la de Talamanca.

El biólogo y buceador, que acaba de crear la Asociación Vellmarí, bajo la que realiza este proyecto, en el que interviene la consultoría Ocenasnell, explicó ayer que el objetivo es realizar «una cartografía con una precisión inferior a un metro que proporcionará una fotografía precisa de los fondos con posidonia a día de hoy». Se trata de monitorizar la evolución de las praderas en el tiempo frente al cambio climático, la contaminación y el impacto del turismo, entre otros factores. También se controlará la recuperación de las áreas degradadas.

Pero esta herramienta, que tendrá su prolongación en una aplicación para dispositivos móviles, busca también eliminar el impacto del fondeo de barcos sobre las praderas, ya que con esta cartografía ya no existirá la excusa de no tener información o las eventuales discusiones sobre si realmente el fondeo se hace o no sobre posidonia. También servirá para contribuir a la protección de las praderas frente a otros impactos, como obras submarinas, al estar localizada y cuantificada su superficie.

San Félix manifestó que esta cartografía servirá para comprobar la evolución en el tiempo de esta planta, «lo que agradecerán los que estén aquí dentro de 30 o 50 años; ojalá hubiéramos tenido esa fotografía en 1950, por ejemplo, porque tendríamos unas conclusiones clarísimas y nos ahorraríamos muchísimas discusiones».

El Consell y varias empresas

El proyecto 'Posidonia maps' cuenta con la colaboración del Consell de Formentera a través del área de Medio Ambiente, así como de la Fundación para la Conservación de Ibiza y Formentera y de patrocinadores privados, entre los que se encuentran dos puertos deportivos (Marina Ibiza y Marina de Formentera), así como el restaurante de ses Illetes Juan y Andrea.

Para realizar esta cartografía se utiliza un sonar de barrido lateral y perfilador que posiciona con mucha precisión la posidonia que se va registrando desde una embarcación. También se utiliza un dron para realizar fotografías aéreas y se realizan reconocimientos con inmersiones.

Con toda la información recabada se elaborará una base de datos que se volcará en una aplicación para teléfonos móviles y en la página posidoniamaps.org

Pero además, los responsables del proyecto están negociando con Google Hearth incorporar toda esa información en sus mapas en tres dimensiones.

Pero los primeros estudios comparativos se realizaron en 2008 y 2012 en zonas muy concretas, y se puede apreciar que en es Racó de s'Oli, por ejemplo, la pérdida de superficie de posidonia es del 16,15%, mientras que en ses Illetes es del 22,67% y en s'Espalmador, del 44,02%.

Planta de crecimiento corto

San Félix recordó que esta planta es de crecimiento lento y precisa de largos periodos para recolonizar aquellas zonas en las que ha sido destruida. Por eso insistió en que «no nos podemos permitir perder ni un metro cuadrado más de posidonia».

Con la ayuda recibida de la Fundación para la Conservación de Ibiza y Formentera se ha realizado la cartografía de la zona de Migjorn, que son unos 38 kilómetros cuadrados de los que se han barrido 29 kilómetros cuadrados, es decir. el 77%. El resto se cubrirá la semana que viene. De esa superficie, 18,83 kilómetros cuadrados es pradera de posidonia: «El estado de esta pradera de Migjorn es muy bueno y no se aprecian regresiones importantes», aseguró San Félix.

El biólogo viajará a Washington (Estados Unidos) para reunirse con los responsables de Google Hearth, que en principio han visto el proyecto con buenos ojos. El objetivo es que de la misma forma que se ve la superficie terrestre en esa página, cuando esté terminado el trabajo «también se verá lo que hay debajo del mar; ojalá Formentera sea la primera isla del planeta que cuente con ese herramienta», deseó.

San Félix señaló que el proyecto «es complicado» por la tecnología que se aplica para recoger la información y además lleva bastante tiempo: «Hacer todos los fondos de Formentera supone 50 días de mar en buenas condiciones meteorológicas», apuntó.

A partir de la semana que viene comenzarán el trabajo para cartografiar el Parque Natural a lo largo de la playa de ses Illetes, que es la zona que soporta una mayor presión de fondeos.

Manu San Félix lanzó un mensaje a los escépticos y a quienes piensan que exageran en sus apreciaciones sobre la regresión de la posidonia tras 25 años y miles de horas de inmersión en aguas de las Pitiusas.

También avanzó que una vez terminado el trabajo en Formentera, «seguiremos en Ibiza, en toda la zona sur de la isla».