"Hay más fotografías del mundo que mundo". Contra la "diarrea de imágenes" de este tiempo, en el que cada persona con su teléfono móvil inunda las redes sociales, tienen que luchar los profesionales. Abrirse camino entre esa saturación no es una misión fácil, pero en Formentera, desde hace unos cinco años, se repite un encuentro de fotógrafos ávidos por superar cualquier límite. Este año la cita con los sabios ha vuelto a ser un éxito.

Desde el pasado 28 de abril al 1 de mayo, unos 80 fotógrafos han podido escuchar a verdaderos portentos de la imagen. Cuatro días de ponencias y talleres, 13 invitados, un plató encantado y un ritual en el que las miradas expertas traspasan sus conocimientos a un público con los ojos bien abiertos. Joana Biarnés, la primera fotoperiodista de España, ponente en la edición anterior, en esta ocasión participó como una asistente más interpelando desde las butacas a sus colegas y "aprendiendo mucho con los maestros que vienen aquí".

La ´Fotografía sentipensante´ de Joan Fontcuberta puso el colofón al desfile de genios. El Premio Nacional expuso las bases de su ensayo "La furia de las imágenes". La presentación de sus últimos trabajos creativos constata que contra este fenómeno de la "postfotografía", en la que prima la obsesión por los selfis y la imparable contaminación gráfica, los fotógrafos deben apelar al "sentimiento y la razón". En la era del retoque y la masificación digital el objetivo es la búsqueda de la verdad en la fotografía.

Documentar la vida con luz natural, sin grandes equipos, con un gran sentido de la estética y una mirada ácida, es el sello de Carlos Pérez Sequier (Almería, 1930). Considerado uno de los pioneros de la vanguardia fotográfica en España, presentó su ponencia ´Al aire libre´, junto a la historiadora Laura Tarré. Este artífice del renovador grupo Afal, que en mayo estrenará en Olula del Río un centro dedicado a su obra, mantuvo boquiabierto al público con sus anécdotas sobre su famosa serie de retratos en el barrio almeriense de La Chanca.

La fotografía tiene infinitas formas de manifestarse y con Chema Madoz brota como poesía. La proyección de 'Regar lo escondido', el documental realizado por la periodista Ana Morente, con quien presentó su ponencia, dio paso al análisis del trabajo de este fotógrafo español de trayectoria internacional que no deja de sorprender con sus imágenes como haikus y que asegura no haber experimentado nunca el bloqueo creativo.

La fotografía como un arma para el cambio

La fotografía como un arma para el cambio

En plena crisis por el drama de los refugiados de Siria y otras zonas de conflicto, la fotografía de prensa tuvo su lugar privilegiado con el testimonio de Sandra Balsells. 'Fotoperiodismo en tiempos convulsos' dio voz a todos aquellos fotógrafos que luchan con sus disparos contra la barbarie. El documental sobre el reencuentro de Balsells con algunos de los protagonistas de sus retratos, cuando cubrió el desmoronamiento de la antigua Yugoslavia y la guerra de los Balcanes, erizó la piel de toda la audiencia.

Txema Salvans (Barcelona, 1971) hizo gala de su humor para explicar cómo lleva a cabo su proceso creativo en proyectos tan exitosos como sus fotografías sobre el ocio en el Mediterráneo. 'The Waiting Game', el desarrollo de su fotolibro con los retratos de la prostitución callejera en grandes urbes, expuesto en varios museos españoles y europeos, fue otro de los temas que atrapó la atención de todos.

La fotografía de viajes, desde la experiencia del inquieto Gonzalo Azumendi; el reportaje fotográfico en prensa, desde las entrañas del diario ARA contado por Xavier Bertral Gallardo; la técnica y composición de la fotografía de paisaje, con las claves de José Benito Ruiz; o los secretos para retratar cielos estrellados, con José Antonio Hervás y Antonio Moreno. Cada lenguaje tuvo su representante particular en el 'Formentera Fotográfica' 2017, que sorprendió particularmente con la ponencia del fotógrafo y biólogo Manu San Félix, acerca de la imagen como una herramienta de comunicación para cambiar las cosas. Sobre todo, para salvar la posidonia gravemente amenazada por la masificación turística con la llegada de grandes barcos a Formentera.

Francesc Fábregas, junto a su mujer Marina, sus hijos y un grupo de amigos colaboradores, es el organizador de este encuentro fotográfico que se ha convertido en un festival de referencia al que todos quieren regresar el próximo año. Como dice Joana Biarnés, "esto ya queda en la piel".