El transporte público terrestre en Formentera, mediante autobuses de línea, registró el pasado año un incremento de pasajeros del 15,43% respecto a 2015. En cifras absolutas, esto significa que en 2016 un total de 175.451 personas eligieron este medio de transporte para desplazarse por el interior de la isla. En 2015 la cifra ascendió a 152.002 viajeros.
En los datos facilitados por la conselleria de Movilidad destaca la diferencia de usuarios entre los meses de verano y de invierno. Aunque en todos los trimestres del pasado año se registraron aumentos, salvo en el último, la diferencia más espectacular se refleja en los meses de julio, agosto y septiembre con un total de 120.468 pasajeros, lo que representó un 22,7% más que en el mismo periodo de 2015.
En cambio, en enero, febrero y marzo de 2016 la cifra de pasajeros se reduce exponencialmente, con un total de 2.580. A pesar de todo, los usuarios del servicio crecieron un 4,6% respecto al mismo trimestre de 2015.
La fuerte estacionalidad de este servicio se evidencia al extraer una media por trimestres del uso del transporte. Así, mientras de julio a septiembre suben a los autobuses 1.309 usuarios de media cada día, la cifra desciende hasta sólo 28 de enero a marzo.
En el único periodo en el que ha descendido el número de usuarios fue en los últimos tres meses del pasado año, con un total de 12.592 viajeros frente a los 13.225 de 2015, un 4,7% menos.
Balance positivo
El conseller insular de Movilidad, Rafael González, destacó el incremento de pasajeros del pasado año «ya que se registra tanto en temporada de invierno como de verano».
El análisis que realiza es que el crecimiento de usuarios del servicios de línea regular de autobuses se debe «a la mejoras en la información sobre los horarios en las marquesinas, que se realizó en el mes de junio de 2016, así como en las ampliaciones de líneas, en su número y recorrido, y de las frecuencias», que se aplicaron a partir del mes de mayo y hasta final de octubre.
Rafael González también consideró como factor «muy importante» la decisión de regular el estacionamiento de turismos y motos en espacios especialmente sensibles.
En este caso se refirió a la zona de ses Platgetes, en es Caló de Sant Agustí: «Aquí hemos visto como limitando el aparcamiento se potenció, en verano, el transporte público a esa zona consiguiendo en este caso concreto que se dejara de usar el vehículo particular para recurrir al transporte público que finalmente es nuestro objetivo para lograr una movilidad sostenible».
Teniendo en cuenta que el servicio de transporte público es «a riesgo y ventura» de la concesionaria, el conseller indicó que es sostenible económicamente «ya que en este tipo de concesión, con lo que se ingresa en verano da para mantener el servicio del transporte de todo el año», apuntó.
Sobre las quejas de los usuarios que reciben reconoció que «siempre llegan», aunque enseguida añadió que «no son muy numerosas pero existen y las estudiamos para ir mejorando cada año, todas se atienden e intentamos evitar que vuelvan a suceder».
Respecto a la limitación de entrada de autobuses a la zona del Parque Natural de ses Salines, para ir a ses Illetes, que se aplica para evitar la saturación de estos vehículos, González recordó que las restricciones de entrada a autobuses se empezaron a aplicar hace dos años y se revisaron el pasado año: «Consideramos que este criterio es adecuado por lo que seguirá igual para este verano», avanzó.
González adelantó, aunque no quiso dar detalles, que su departamento está trabajando para «mejorar la información al usuario y hacer lo más atractivo posible el uso del transporte público».
De hecho, informó de que la institución se propone dar cumplimiento a un acuerdo plenario del pasado año en el que se insta a su conselleria a que aplique un sistema de información, en tiempo real, en las paradas para que lo usuarios conozcan el tiempo de espera de cada vehículo.
El conseller advirtió de que hay que tener en cuenta que ese acuerdo plenario es «muy ambicioso y se tiene que conseguir de forma progresiva».
