Parte de la estructura de la casa de sa Roda, también conocida como de la máquina d'en Palla, en ses Salines de Formentera, se vino abajo el pasado martes por la tarde. Esta edificación, situada entre la orilla de s'Estany Pudent y la carretera de las salinas entre es Pujols y la Savina, es un edificio catalogado que cuenta con la máxima protección patrimonial (A) y está incluido en la declaración Bien de Interés Cultural (BIC) de las salinas de Formentera de 2004.

Además, es una de las edificaciones más representativas de la antigua industria salinera, que dejó de recolectar sal en 1984, y en donde se situaba una enorme noria que servía para trasvasar agua de s'Estany Pudent a los estanques de las salinas Marroig.

La primera medida que tomó ayer la conselleria insular de Cultura y Patrimonio fue acordonar el edificio por razones de seguridad y solicitar a la Demarcación de Costas en Balears, la correspondiente autorización para actuar «de urgencia», para poder apuntalar y asegurar lo que queda de esta edificación.

La consellera del área, Susana Labrador, se desplazó a la zona ayer al mediodía y reconoció que si bien en la torre d'es Trituradors, en la Savina, actuaron de forma urgente para consolidarla y evitar el derrumbe, en esta ocasión no tenían «controlado que [la casa] estuviera en tan mal estado».

Tras expresar su «preocupación» explicó que la primera medida que ha tomado ha sido «pedir autorización a Costas para que podamos actuar, vallando y apuntalando, que es lo más urgente, y luego iniciar todo el proceso administrativo para restaurarla».

Labrador indicó que esta zona está afectada por el deslinde de Costas y es de uso y dominio público, pero añadió que «haremos todo lo posible para actuar» y evitar así el derrumbe total de esta singular edificación. Incluso la consellera recordó que por parte del Consell se intentó hace años restaurar esta casa.

Pero la demora en ejecutar este proyecto tiene que ver en la anulación en 2015, por parte del Tribunal Constitucional del artículo de la Ley de Costas de 2013 que daba un trato especial a la isla de Formentera.

En todo ese proceso de pleitos legales entre afectados por el polémico deslinde y la Administración del Estado se perdió un tiempo precioso para avanzar en la recuperación del espacio salinero afectado por la normativa.

Centro de interpretación

En 2009 existía un proyecto para reconvertir esta casa en un centro de interpretación de las salinas. La diputada de Formentera, Silvia Tur, entonces consellera insular de Medio Ambiente, recordó ayer al enterarse de la noticia por este periódico que entonces existía un acuerdo entre todas las partes implicadas con una autorización del Govern, por la parte del Parque Natural, y también el visto bueno de Salinera Española que no ponía ningún impedimento a la restauración, incluso existía una partida económica para acometer las obras y otra para el contenido del centro de interpretación salinero.

Silvia Tur no dudó en reconocer que en el deterioro de todo el espacio salinero son responsables «todas las administraciones, incluido el Consell Insular, que tiene las competencias en Patrimonio», recordó.

La casa de sa Roda junto al resto de edificaciones que componen la arquitectura industrial de este entorno único formado por muros, compuertas, acequias y elementos mecánicos de la antigua industria salinera son Bien de Interés Cultural (BIC) desde que el anterior Consell Insular de Ibiza y Formentera aprobó su declaración en 2004.

Sin embargo, todos los elementos patrimoniales que se describen en la declaración del BIC están abandonados y presentan un avanzado estado de deterioro o de ruina producida por la inactividad de la industria salinera y el posterior abandono de sus instalaciones.

El resultado es evidente y esta casa, todo un símbolo de la extinta industria salinera local, es la muestra inequívoca del abandono de todas las administraciones implicadas en la protección del patrimonio histórico.

El derrumbe

El derrumbe de la casa de 'sa Roda' no ha afectado a toda la edificación pero si a la parte más cercana a s'Estany Pudent, donde está montada el antiguo motor de vapor que hacía mover la noria para superar el desnivel entre este lago y los estanques salineros de las salinas Marroig que se encuentran al otro lado de la carretera. Esta edificación ha sido testigo de toda la evolución y ha sido una de las más antiguas e imprescindibles para hacer funcionar todo el sistema salinero.

Desde hace años este edificio presentaba un estado de ruina y a pesar de los intentos de llegar a un acuerdo entre las partes implicadas (Demarcación de Costas, Parque Natural y Salinera Española) para reconvertir este lugar en centro de interpretación sobre la antigua actividad salinera, jamás se ha llegado a concretar. Y así pasando el tiempo y los años y sin ningún tipo de intervención el patrimonio salinero de Formentera se está cayendo.