­A Barbara Klahr publicó en 2005 el descubrimiento de seis taxones más de orquídeas de los que hasta entonces no se tenían noticias. Además saca tiempo para enviar informes a la conselleria balear de Medio Ambiente para el Bioatlas y colabora con el Anuario Ornitológico del GOB. Y mantiene su propia página: islabotanica.de, que recoge buena parte de su trabajo.

- ¿Cómo empezó a dedicarse a la observación de la naturaleza en Formentera?

- Siempre he sido una aficionada a la botánica y una vez paseando por el campo me encontré con una planta de flores verdes y eso me pareció muy, muy curioso. Me puse a buscar en Alemania y no existía. Busqué en libros y por fin pregunté a un biólogo de la Universitat de les Illes Balears y me contestó diciendo que era una orquídea, la gennaria diphylla. Entonces no pensaba que pudiera haber orquídeas en Formentera y seguí buscando información hasta que descubrí una guía de campo de un biólogo de Mallorca y supe que existían unos diez tipos. Más tarde, personalmente, descubrí cuatro taxones más, tipos diferentes de orquídeas, que no estaban documentadas. Luego un amigo me enseñó dos más, por lo que ahora hay seis orquídeas más. En total se han documentado 16 tipos en toda la isla.

- ¿Cómo se documenta?

- Cuando no puedo clasificar algo y no lo encuentro por ninguna parte escribo a diferentes especialistas de todo el mundo y les pregunto. Algunos contestan, y con el tiempo son amigos. Incluso me han visitado para que les enseñara las plantas. Por ejemplo, tengo uno en Lima (Perú) que es especialista en setas.

- En 2005 usted remite a la UIB un informe en el que resume su trabajo con las orquídeas, de las que hace una distribución geográfica, pero también habla del reino animal, de reptiles, insectos y aves....

- Sí, mi ordenador está lleno de fotos de bichos y plantas de Formentera. De hecho colaboro con la conselleria balear de Medio Ambiente, como voluntaria.

- ¿Y qué hace exactamente?

- Envío mis observaciones directamente a la conselleria y ellos, con los datos y las fotos, actualizan el Bioatlas de Balears.

- ¿Qué es lo último que ha encontrado?

- Un parásito nuevo, Palpita vitrealis, que afecta a los olivos. Es una especie de mariposa que se alimenta de los brotes jóvenes del árbol. Pero en este capítulo de parásitos y especies invasoras tenemos la presencia del picudo rojo, que mata palmeras, de las serpientes y de la procesionaria del pino.

- Creo que también colabora con el Grup d´Ornitologia Balear (GOB)...

- Sí, el GOB hace cada año un anuario ornitológico y yo les envío mis observaciones, que incluyen en la publicación.

- ¿Cómo se organiza el trabajo, sale al campo cada día?

- No, no tengo presión en ese sentido, salgo cuando me parece bien. Ahora hago más trabajo frente al ordenador.

- Descríbame la naturaleza de Formentera...

- Formentera se caracteriza por un clima mediterráneo semiárido. Digamos que es la isla de Balears que se parece más a África. Esa diferencia climática se nota en la naturaleza. Ni siquiera se puede comparar con Ibiza, es muy diferente. Esto hace que aquí las plantas sean mucho más pequeñas que en otros lugares, también las orquídeas, pero algunas plantas se protegen del sol con una piel más dura. Hay plantas como las aromáticas que aquí tienen el aroma más concentrado.

- Desde que observa la naturaleza, ¿percibe que la diversidad se mantiene o se pierde vida?

- Perdemos diversidad porque perdemos taxones, ya sean bichos o plantas. Por un lado está el calentamiento global en todo el planeta pero aquí en Formentera se pierde mucho por las construcciones. No se respetan sitios con plantas especiales. Por ejemplo, había detectado un lugar, de unos 25 metros cuadrados, con orquídeas preciosas. Pero en este sitio han plantado un poste de electricidad con una plataforma de hormigón y ¡pfff! se acabaron las orquídeas. Lo mismo ocurre cuando las máquinas pesadas aparcan en los bosques. Les da igual, pasan sobre orquídeas y plantas silvestres. Falta sensibilidad, conciencia e información. Fíjese que en el parque de placas solares de Cala Saona antes había en ese bosque miles de orquídeas Orchis collina. Ahora no queda ni una.

- Ha sido muy combativa contra el uso de los pesticidas, incluso biológicos, que se usan contra los mosquitos.

- Sí. Tenemos por ejemplo la fumigación con Bacillus thuringiensis que es para acabar con los mosquitos y que ahora también se usa contra la procesionaria. Pero el problema es que aunque sea biológico mata no solo los mosquitos o larvas sino a todo tipo de insectos. En realidad es un desastre, es un veneno biológico y lo mata todo. Se acaba con los insectos que es la comida de pequeños peces, de las arañas y si faltan estos se rompe la cadena de nutrición. Y una vez rota todo está en desorden.

- ¿Cuál es el principal enemigo de la conservación del medio ambiente?

- El ser humano, que entra en la naturaleza sin respetar. El humano que no tiene en su cabeza que existen otros seres vivos. He ofrecido al Consell hacer cuatro exposiciones didácticas, una por estación, con mis observaciones sobre plantas y animales pero me piden que antes haga un proyecto y yo no hago proyectos. Regalo mi tiempo, mis observaciones y mis fotos, pero no hago proyectos.