En este época del año el entorno de las zonas húmedas de Formentera es un auténtico espectáculo por la presencia de gran variedad de aves que elijen este entorno del Parque Natural de ses Salines, especialmente los humedales del sur de s´Estany Pudent, para descansar y recuperar fuerzas para proseguir con su ruta migratoria hacia el norte de África.

Entre esa variedad de aves ha aparecido, desde hace unos 15 días, un espléndido ejemplar de águila pescadora, al parecer hembra, que incluso ha establecido ciertos hábitos a la hora de organizar su comida diaria como la de colocarse siempre en un mismo poste para descabezar los peces que captura.

El fotógrafo Gerardo Ferrero la ha captado varias veces con su teleobjetivo pero no fue hasta el pasado sábado cuando la pilló descabezando un pez en un poste «metido en s´Estany», para luego fotografiarla en pleno vuelo con su presa entre las garras. Desde hacía varios años no aparecía un ejemplar de estas características por la zona y menos aún permanecía tanto tiempo. El fotógrafo explica que la imagen la tomó a mucha distancia y con mucho sigilo, «sin molestarla». Aunque no es la primera vez que obtiene una imagen de este ejemplar de águila pescando, y no siempre en la misma zona, señala que hasta el otro día no consiguió «la foto». Como amante de la naturaleza insiste en que el avistamiento de aves debe hacerse con el máximo sigilo, «sin molestar», y más aún cuando se trata de una especie como el águila que es muy esquiva.

Flamencos de Málaga

Ferrero es uno de los vecinos que más horas pasea por el entorno de estos humedales y asegura que en esta época del año «s´Estany [Pudent] está lleno de vida, muy animado, hay parejas de patos criando, flamencos y muchas más especies».

Incluso hace una semana captó la presencia de un ejemplar de flamenco que estaba anillado y había elegido las salinas Marroig, detrás de sa Revista, para descansar y alimentarse. Le siguió el rastro y averiguó que había sido localizado «hace dos años en las salines de Ibiza, pero que fue anillado cuando era un polluelo en Fuente de Piedra, Málaga, es decir que debe ser un ejemplar de tres años y medio», asegura.

Gerardo Ferrero añade que esta temporada observa que cada vez hay más afición y que sobre todo los fines de semana cada vez más familias eligen el camino des Brolls para pasear «con prismáticos» y ver de cerca los patos y flamencos. Eso sí: «Sin molestar», recalca.