Sobre el depósito de agua depurada, la balsa de Sa Rota, en Santa Eulària, el director general de Agricultura del Govern, Mateu Ginard, no tiene dudas: «Ese agua no se puede utilizar por su alto grado de salinidad».

Esta instalación fue inaugurada en 1995, tiene una capacidad de 200.000 metros cúbicos y costó 3,2 millones de euros pagados por el Ministerio de Agricultura. Sin embargo sólo se utilizó durante cuatro años por ocho payeses que dejaron de hacerlo ya que el agua les llegaba con mucha sal.

En este caso, Ginard indicó que su puesta en marcha está condicionada «a los trabajos que puedan realizar en Recursos Hídricos para mejorar el problema de la salinidad en el agua que viene de pozos o incluso de la red de alcantarillado que va por debajo del nivel del mar, por lo que hay infiltraciones y las depuradoras trabajan con agua salina».