­«La posidonia es tan valiosa, tan delicada y tan escasa, que no nos podemos permitir el lujo de perder ni un metro cuadrado más», sentencia el biólogo marino Manu San Félix, que alerta de que lugares como Porroig se quedarán sin pradera en cinco años si no se toman medidas cuanto antes. San Félix considera que la solución pasa por implantar fondeos ecológicos en todo litoral de las Pitiüses, y por regular el estacionamiento de los barcos como si fueran aparcamientos, tal como se realiza en tierra.

La medida que apunta San Félix no es innovadora y está implantada en otros parques naturales del Mediterráneo, como en la Reserva Natural de las Islas Medas, «que en tres décadas ha podido regenerar las praderas de posidonia», señala el biólogo.

Los fondeos sobre posidonia que se producen de forma sistemática cada año en el litoral de las aguas Pitiüses, y que agreden recurrentemente las praderas, tienen en alerta a varios organismos e instituciones que tratan de encontrar la clave para salvaguardar el tesoro de las aguas cristalinas. Por un lado el proyecto Life Posidonia del Govern Balear ofrece boyas ecológicas en tres zonas LIC (Lugares de Interés Comunitario) del Parque de ses Salines de Ibiza y Formentera, con una capacidad que queda muy por debajo de los centenares de fondeos, hasta casi un millar, que se producen a diario en las costas. Por el otro, el Consell Insular de Formentera estudia desde hace tiempo un plan para regular los fondeos en todo el litoral.

En cuanto al servicio de vigilancia llevado a cabo por Pitiusa de Ecología, abarca las áreas del Parque Natural entre Punta de sa Pedrera y s´Espalmador, por lo que queda fuera de cobertura el resto del litoral de las Pitiüses, en el que los fondeos irregulares se producen a menudo por el desconocimiento de los patrones.

Un estudio realizado por la consultoría ambiental Oceansnell por encargo del centro de buceo Vell Marí de la Savina en Formentera reveló que la posidonia ha sufrido una regresión de hasta el 44% en diferentes zonas entre es Caló de s´Oli y s´Espalmador, entre 2008 y 2012. La clave resolutiva según el biólogo marino Manu San Félix, director de la escuela de buceo Vell Marí, sería implantar fondeos ecológicos en todo el litoral de Ibiza y Formentera, además de la señalización de las praderas en las cartas náuticas.

El pulmón de las Pitiusas

El gran valor de la Posidonia oceánica, exclusiva del Mediterráneo, reside en que mantiene todo el ecosistema submarino y garantiza la claridad de las aguas, que son uno de los grandes atractivos turísticos de las Pitiusas. La Unesco declaró la pradera de posidonia que hay entre las Pitiusas Patrimonio de la Humanidad en 1999. «A la posidonia se lo debemos todo, hasta el oxígeno que respiramos», destaca el biólogo marino Manu San Félix: «El problema es que hay mucho tránsito», en referencia a los barcos, que lejos de ser el enemigo suponen el motor que impulsa el turismo, por eso propone «hacer compatible la convivencia por tierra y mar de los que vienen por aquí».

Regresión hasta de un 44%

San Félix recuerda que se han perdido «300 millones de plantas en cuatro años» en la zona de ses Illetes, «hasta un 44% de posidonia entre es Caló de s´Oli y s´Espalmador», algo que se pudo constatar después de la cartografía comparativa que se realizó en ses Illetes entre los años 2008 y 2012 a través de un estudio realizado por la consultora valenciana Oceansnell, por encargo del centro de buceo Vell Marí que dirige el biólogo marino. Un estudio cuyas conclusiones ya se publicaron hace más de tres años.

Los fondeos ecológicos permiten fondear en cualquier lugar sin la necesidad de un ancla, tan solo amarrándose a la boya. El sistema de anclaje en el fondo marino tiene un impacto tan bajo que puede implantarse incluso en la propia posidonia. Ello permitiría dar cabida de una manera sostenible a tanta afluencia de embarcaciones. También evitaría el garreo de los barcos con las anclas en el fondo marino cuando hay un golpe de viento, lo que en la actualidad es un «destrozo absoluto» cuando hay centenares de barcos.

Las cartas náuticas

Otras de las cuestiones pendientes de resolver es la señalización de las praderas en las cartas náuticas.

San Félix advierte de que los fondeos sobre posidonia se realizan en todo el litoral de las Pitiüses, por la carencia de indicaciones en la cartas de navegación.

En Migjorn cada vez hay más fondeos de grandes embarcaciones, algo que preocupa al biólogo porque es la pradera más rica y extensa de la zona. Allí San Félix tiene previsto realizar a partir de octubre una cartografía detallada del fondo marino con fondos de entidades privadas. En otras calas como en Porroig, advierte de que si no se toman medidas «en cinco años no quedará ni una pradera».

En cuanto a la regulación del fondeo mediante la aplicación de una tasa que pudiera costear los gastos de la vigilancia necesaria para que se respeten las praderas, así como la gestión de los vertidos de las embarcaciones, San Félix explica que pasa largas temporadas navegando por aguas internacionales donde tiene pagar para amarrarse a una boya. «Los barcos bien fondeados no constituyen una amenaza real», concluye.