La policía judicial de la Guardia Civil de Ibiza y el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) están investigando la procedencia de tres sacos de boxeo cargados con cocaína, 83 kilogramos en total, que una mujer encontró el martes sobre las cuatro y media de la tarde en sa Platgeta de Migjorn, en Formentera. Los sacos, dos de color negro y uno rojo, y los tres con el anagrama de la marca Everlast, estaban atados entre sí, dentro había un GPS, aunque estaba estropeado, y estaban parcialmente cubiertos por posidonia.

Los primeros en llegar al lugar tras recibir la llamada de la mujer, que prefirió guardar el anonimato, fueron los agentes del Área de Investigación de la Guardia Civil de Formentera. Esa misma tarde se organizó un dispositivo de búsqueda en la zona en el que participaron agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas (EDOA) de la Guardia Civil de Ibiza y buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS). Ya el martes por la mañana se desplazaron a Formentera más especialistas del EDOA y de la policía judicial de Mallorca, así como agentes del SVA. La investigación se lleva con el máxima sigilo y por el momento no hay detenciones.

Todo apunta a que las corrientes empujaron los sacos de boxeo hasta la orilla de Migjorn, una playa en que la que en otras ocasiones, como también ha ocurrido en ses Illetes, han arribado fardos de droga, aunque hasta ahora siempre habían sido de hachís. Ayer por la mañana las lanchas de la Guardia Civil y del SVA navegaron por las aguas de Migjorn, pero no encontraron más sacos.

La Guardia Civil trasladó el martes por la tarde los sacos con la droga al puesto de Formentera, donde los reactivos del drogotest dieron positivo en cocaína. En un principio se pensó que habría unos 70 kilos de cocaína, después se pensó que la cantidad rondaría los 150 y, finalmente, tras el pesaje oficial, la Guardia Civil anunció que son 84 kilos. Aunque el valor de la droga depende de su pureza, un dato que aún no se ha hecho público, esta enorme cantidad de cocaína habría alcanzado en el mercado negro una cantidad que rodaría, como mínimo, cuatro millones de euros.

Aunque por el momento no se descarta ninguna posibilidad, se sospecha que la cocaína procede de una embarcación cuya tripulación arrojó los sacos al mar para evitar ser sorprendidos por las fuerzas de seguridad. No obstante, no hay constancia de que en los últimos meses se haya producido por parte de la Guardia Civil o el SVA alguna persecución o abordaje a embarcaciones sospechosas de estar realizando narcotráfico. En cualquier caso, se trata de una cantidad de droga tan grande que resulta impensable que su destino final fuera Formentera.

En los últimos años el EDOA de la Guardia Civil de Ibiza ha llevado a cabo en Formentera numerosas operaciones contra el tráfico de drogas. En la última de ellas, bautizada Storm, se desmanteló un laboratorio de cocaína y se detuvo a 14 personas.