El joyero Enric Majoral abrió ayer por la noche la octava edición de la pasarela de la moda de Formentera que se celebró en el paseo de la Marina de la Savina. El ambiente era el propio de los grandes acontecimientos y el resultado no decepcionó a nadie. Es más, los diseñadores locales demostraron, una vez más, su capacidad creativa y su amor al riesgo en el uso de nuevos tejidos, diseños y colores.

El desfile fue presentado por la actriz y modelo Mónica Pont, que condujo la presentación con soltura y naturalidad. La firma Majoral, que obtuvo en mayo el premio Couture de diseño en plata (Couture Design Award for Silver) de la feria de joyería de las Vegas (EE UU), fue la encargada de romper el hielo con la presentación de la pieza premiada. El Consell quiso así rendir homenaje a la firma, como empresa familiar, en la que el hijo del fundador, ausente por trabajo, fue el protagonista.

El desfile de moda lo abrió Eva Cardona, con joyas de Majoral, presentando su colección de fiesta y un vestido de novia que cerró su propuesta. Le siguió Amor Mondial, con joyas de Tito Solari. Mostró bikinis y pareos vaporosos que levantaban aire y pasiones a su paso. El primer pase lo cerró Ishavara con una sólida trayectoria en complementos de zapatos y bolsos.

El segundo turno de pases fue abierto por Macramé, una firma de Sant Francesc, que sigue fiel al espíritu del blanco, con encajes y bordados.

B7, Bet Sabe, una nueva diseñadora presentó su original creación en algodón pintado a mano y con joyas de Matilde. Después fue el turno de Mundo Insólito con su estilo años sesenta que no deja de estar vigente. Vanitaly, otra nueva creadora, cerró el bloque con vestidos de lino muy sugerentes.

El final estuvo en manos de la elegancia de Elena Hurtado, de OBI, con las joyas de Lorenzo Pepe. El espectacular broche final lo puso el diseñador ibicenco Toni Bonet, con joyas de Elisa Pomar, y su atrevida y provocadora colección de novias.