­El Consell Insular de Formentera dejó claro ayer que descarta cualquier ampliación del puerto de la Savina y que apuesta por la mejora del núcleo urbano, integrando ambas zonas y aprovechando los recursos naturales y patrimoniales de la única puerta de entrada y salida a Formentera. Este planteamiento es la base del estudio presentado ayer ante el Consell d´Entitats, que agrupa a 85 asociaciones ciudadanas, y realizado por la empresa Estudio Lunar, a petición de la primera institución.

El hecho de que la mayoría de las entidades cívicas haya considerado, en las anteriores reuniones de este organismo consultivo, que la isla ha tocado techo en cuanto a su capacidad de acoger turistas en temporada alta marca un modelo de crecimiento basado en la calidad y no en la cantidad.

El equipo redactor de este trabajo formado por Joan Alomar, Carmen Largacha y Juan Marcos Rodríguez (arquitectos especialistas en urbanismo y paisajismo) plantea el desarrollo de tres conceptos: movilidad, patrimonio y paisaje. Justamente el estudio analiza la realidad y la singularidad de la Savina, teniendo en cuenta que cualquier actuación en este enclave tendrá una repercusión directa en el resto del territorio insular. En definitiva el estudio pretende aprovechar al máximo todas las oportunidades que brinda la Savina como núcleo urbano incrustado en el Parque Natural de ses Salines, para dignificarlo, integrando puerto y pueblo, y desarrollando las potencialidades que tiene desde el punto de vista del paisaje y del patrimonio natural y cultural, que no se han aprovechado hasta ahora. El objetivo es que este espacio estratégico deje de ser de paso para convertirse en un modelo urbanístico en sí mismo y que defina el modelo de crecimiento futuro.

En cuanto a la posibilidad de ampliación del puerto se plantea como «una solución fácil para generar más volumen de negocio: a mayor cantidad de amarres, de llegadas y salidas de barcos, más turistas, más mercancías y más coches». Por eso la propuesta de crecimiento destaca que «el modelo económico, basado en el crecimiento infinito no es realista ni posible», menos aún si se tiene en cuenta que el territorio insular ha alcanzado «una capacidad de crecimiento que prácticamente ha llegado a su límite», extremo en el que parece que todos los colectivos ciudadanos y económicos locales coinciden.

En caso de ampliar el puerto, el estudio advierte de que se debería ampliar el resto de infraestructuras (desaladora, depuradora y carreteras, entre otros) y las consecuencias representarían «más congestión y menos calidad» del modelo turístico marcado por una fuerte estacionalidad.

De hecho, se considera que el actual tráfico marítimo en verano «ya es suficiente», (1,3 millones de pasajeros en 2013) por lo que cabría optimizar los horarios de llegada y salida de los barcos de línea regular, así como de mercancías y de tráfico de productos peligrosos.

El informe considera que el estado actual de Formentera es el resultado de una acumulación de intervenciones «con diferentes estrategias e intenciones, la mayoría aplicadas de forma rápida y con pocos recursos». Por eso la propuesta insiste en que las planificaciones urbanas no pueden diseñarse de forma cerrada sino que deben ser el resultado de una estrategia planificada a largo plazo, pero siempre de acuerdo con las particularidades de la isla, teniendo en cuenta sus límites físicos que son los que finalmente deben ser aprovechados como oportunidades.