El armador de un yate de 35 metros de eslora, llamado ´Nightflower´ y de bandera italiana, fue denunciado el jueves por la Guardia Civil por fondear sobre posidonia en es Caló de s´Oli, en Formentera. Según pudo comprobar el biólogo marino Manu San Félix, el barco fondeó unas quince horas, desde las 8 de la tarde del miércoles hasta las 11 de la mañana del jueves.

Fue entonces cuando la empresa Pitiusa de Ecología, concesionaria del Ejecutivo regional para controlar los fondeos sobre posidonia, acudió, junto con la Guardia Civil, al lugar en el que estaba fondeando el barco y los agentes de la Benemérita interpusieron la denuncia.

El delegado del Govern en Formentera, José Manuel Alcaraz, entiende que esta actuación de los agentes es uno de los muchos ejemplos que «demuestran» que los protocolos de la administración central y autonómica funcionan y «el descontrol no existe».

Sí consideró que existen «casos aislados» en los que no se cumple la ley y deben ser perseguidos, pero insistió en que en Formentera existe «más control que nunca».

«No existe la impunidad que había antes», subrayó Alcaraz, que no se refirió únicamente a los fondeos en la isla, que se persiguen «con fuerza», sino que incluía el cuidado del Parque Natural de ses Salines.

Por su parte, el biólogo San Félix destacó que tanto la Guardia Civil como la compañía encargada de controlar los fondeos realizaron un trabajo «excelente».

«Gracias a ellos, la situación ha mejorado muchísimo dentro del Parque Natural», enfatizó el biólogo marino respecto al trabajo diario que realizan los agentes.

Sin embargo, también añadió que la situación no es perfecta y los daños se siguen sucediendo.

Los más frecuentes en cuanto a fondeos los provocan, según detalló, los barcos que llegan fuera del horario autorizado, los garreos de anclas en días de viento y los fondeos de grandes barcos en la zona II, en la que hay posidonia, controlada por la Autoridad Portuaria.

El experto recordó que, cada vez que un barco, especialmente de gran eslora, arroja su ancla sobre las praderas de posidonia, causa un daño «irreparable» debido al lento proceso de crecimiento de esta planta, que para levantar los arrecifes necesita siglos de crecimiento. En concreto, este yate pudo haber destruido, según el experto, una superficie equivalente a la de una cancha de baloncesto.

Además, recordó que grandes cantidades de carbono que llevan siglos almacenadas son liberadas cada vez que se destruyen praderas de posidonia y sus arrecifes.

De la zona en la que el barco fue denunciado, es Caló de s´Oli, San Félix explicó que la regresión de las praderas es «alarmante», según él mismo pudo medir en un estudio realizado en 2012 son un sonar de barrido lateral.