Cada día, Xicu Ribas, como otros funcionarios del Consell de Formentera, se embarca en el puerto de Ibiza rumbo a la Savina, pero asegura que este trajín marítimo no le provoca especial inconveniente.

Acaba de cumplir estos días 19 años de trabajo en la institución insular, pero su carrera comenzó en 1995 como técnico del Ayuntamiento, cuando Antoni Serra (GIF) era alcalde. Después consiguió la plaza de técnico en el Consell Insular de Ibiza, donde trabajó durante algunos años. Desde 2010 está destinado en comisión de servicios en la primera institución formenterense, al frente de todas las obras públicas locales.

„¿Cómo llegó a trabajar a Formentera?

„Después de las Olimpiadas de Barcelona, la Expo de Sevilla y Madrid Cultural de 1992 hubo una importante crisis en la construcción, era joven y el servicio público en la administración siempre me picó la curiosidad. Después de presentarme a las oposiciones en el Consell de Ibiza y Formentera, que no aprobé por mi inexperiencia, me presenté en el Ayuntamiento de Formentera en junio de 1995, justo después de las elecciones, y me eligieron. Cuando empecé en esa época, el Ayuntamiento tenía unos 500 millones de pesetas de presupuesto y éramos unos 25 funcionarios. En obras eramos tres y hacíamos de todo. Incluso hicimos alguna obra, una ampliación del cementerio y la variante 8 de octubre que enlazaba con el instituto, que fue la gran obra del momento junto con el módulo deportivo. Aquello ya supuso una importante transformación.

„¿Qué le gusta más: el despacho o el trabajo de calle?

„Lo que me gusta realmente es estar a pie de obra y profesionalmente me he desarrollado de lujo de esa forma. En la administración no se gana dinero pero tienes la oportunidad de hacer obras a las que de otra forma no podrías llegar. Pero cuando gané la plaza en el Consell de Ibiza estuve en oficinas y en diversas comisiones técnicas. Pero también es verdad que en esa época nunca perdí el contacto con Formentera.

„¿Cómo lleva lo de viajar cada día de Ibiza a Formentera y vuelta a su casa?

„En el Consell de Formentera somos varios los que lo hacemos, en mi caso lo llevo muy bien, perfectamente.

Siempre le digo a mi hermano que vive en Terrassa y trabaja en Barcelona que tarda más, además yo voy navegando que es un lujo. En invierno algún día se mueve un poco el barco, pero bien.

„En todo este tiempo usted ha sido testigo de la evolución de la isla en materia de nuevas infraestructuras. ¿Qué visión tiene de ese proceso?

„No veo que se haya hecho algo que desvirtúe la idea de la isla. Es cierto que con la creación del Consell, en los últimos siete años, se han hecho muchas cosas, pero han venido a suplir en el tiempo la falta de equipamientos que arrastrábamos desde hacía, por lo menos, dos décadas. Si se ha construido un hospital, un polideportivo, varias variantes en los pueblos, una guardería y demás, es porque eran obras necesarias por la propia evolución de la isla.

„¿No piensa que las nuevas variantes de los pueblos han roto ese equilibrio?

„Las variantes de es Pujols, Sant Ferran y Sant Francesc se hacen para resolver unos problemas muy concretos de los interiores de los núcleos urbanos. Si uno se fija en esas variantes la sección de la carretera es muy pequeña, se han sembrado árboles autóctonos y diferenciado claramente la parte urbana y la que da a la zona rústica, por lo que no se entiende como una agresión sino como algo que humaniza al pueblo. La curva de sa Volta ha cambiado totalmente el interior de es Pujols, igual que el cruce de Sant Ferran y la calle Pla de Rei, en Sant Francesc; en todos estos puntos la circulación ahora ha mejorado.

„Permítame, pero hay opiniones que consideran esas nuevas vías innecesarias y que solo han servido para aumentar el suelo urbano. ¿Qué opina?

„Si, he escuchado esos comentarios, pero todo es relativo y opinable. Habrá personas que pueden pensar que las variantes son innecesarias desde el punto de vista del tráfico o por el crecimiento que comportan. Pienso que cuando se aprueba el plan urbanístico se parte de dos premisas: que se haga un crecimiento ordenado y mínimo. Lo que se permite en el suelo que queda entre las variantes y los pueblos es un crecimiento unifamiliar, de una densidad muy baja y, luego, la sección de estos viales es pequeña, de dos carriles. Ahora me dirá que hay demasiadas rotondas, pero son para resolver intersecciones y como la palabra maldita en esta isla es ´semáforo´, nadie quiere ser el que ponga el primero. Entonces te tienes que plantear hacerlo con las rotondas. Lo que no podemos hacer es dar la espalda al crecimiento de la población, del número de vehículos propios y de alquiler y la presencia de turistas.

„Se muestra muy satisfecho del resultado...

„Bueno, no tanto, me hubiera gustado haber tenido más tiempo para que el resultado final fuera más evidente. El año que viene se verá mejor, las plantas habrán crecido y todo lucirá un poco más. En Sant Francesc, como no ha llovido, los árboles no han crecido y da un poco la sensación de obra por acabar, pero esto es cuestión de tiempo. De todas formas pienso que el proceso de construcción de estas variantes se han hecho con acuerdos con los vecinos que han cedido terrenos, por lo que no se ha tenido que expropiar. Tampoco ha habido ningún conflicto urbanístico con nadie y, lo más importante, hemos podido cumplir con los plazos del Convenio de Carreteras con el Estado que, si no, hubiera parado las obras, por eso pienso que para Formentera esto ha sido histórico.

„¿Quién redacta los proyectos?

„Todo nace del planeamiento urbanístico, las Normas Subsidiarias de 2010. Allí se diseña un trazado y en base a eso, los vecinos van cediendo terrenos a cambio de compensaciones urbanísticas. Después el diseño de detalle se hace junto a una ingeniería externa y con las recomendaciones de la Comisión Técnica Asesora (CTA) y los técnicos del Consell, entre los que estoy, para hacer la distribución de los elementos. Me refiero a los detalles sección, tipo de aparcamiento, tipo de farolas, aceras, muros de piedra y demás. En la variante de Sant Ferran, por ejemplo, de 500 metros de largo solo se permiten 35 viviendas, más o menos las mismas en Sant Francesc y la tercera parte se destina a zona verde.

„Cuando le dicen que por qué ha hecho las rotondas tan pequeñas que los autobuses y camiones tienen dificultades de giro, ¿qué contesta?

„Es una cuestión técnica que combina radios de giro y velocidad. Cuanto más pequeño es el radio central más rápido puedes entrar. El diámetro exterior viene marcado por las normas y es de 40 metros en total y el carril de circulación es de 5,5 metros para que nunca pueda haber dos coches en paralelo dentro y pensando que la velocidad debe ser de 30 kilómetros por hora. Si se entra en las rotondas a esa velocidad no hay ningún problema. Ahora si entras a la rotonda a 80 por hora pues no girarás.

„Cuando las cosas salen bien los políticos se ponen las medallas y si salen mal trasladan las responsabilidad a los técnicos...

„Los políticos poca culpa tienen de que una obra salga bien o mal. La final la hace una constructora y la dirigen unos técnicos. El político bastante tiene con buscar la partida presupuestaria y tener la voluntad de que se lleve adelante, se pueda usar y se pueda mantener, ya sea una carretera, un polideportivo o una guardería. Los técnicos tenemos la responsabilidad de que la inversión no solo se vea plasmada sino también de mantener las premisas de la Administración en cuanto a austeridad y profesionalidad, pensando en un mantenimiento lógico y adecuado a lo que es un servicio público. Si la guardería o el polideportivo tienen goteras no es culpa del político.

„Me imagino que los técnicos deben discutir con los políticos.

„Bastante. El político tiene prisa por naturaleza, es una persona que eligen por un periodo de tiempo, cuatro años, y luego se encuentra con la mecánica y los plazos de la administración pública que se complica cuando intervienen distintos niveles: Europa, el Estado o la Comunitat Autònoma. Esto le desespera ya que se da cuenta de que lo que había pensado hacer en un año no lo consigue. En cambio los técnicos controlamos más la gestión de los plazos que marca la administración. En esto sí que se ha producido un cambio de tendencia en Formentera porque el Consell se ha convertido en una administración fiable capaz de cumplir con los convenios.

„¿Ha visto alguna vez engordan presupuestos de obras?

„En 19 años de profesión puedo decir que nunca he visto nada raro en ningún lado, ningún político me ha pedido nada extraño ni ninguna empresa un trato especial.

„¿Que falta por hacer en Formentera?

„Hemos llegado a un punto en que casi todo está hecho. Ahora hace falta un salto de calidad para concienciar a la gente de que la base de un lugar como este es lo público y eso engloba todo. Falta poner la isla bonita en cuanto al paisaje interior, caminos, muros y campo... pero también las fachadas de los núcleos urbanos y la eliminación de tendidos aéreos.