El artista y pintor Rafael Bataller y Giralt falleció este lunes en Blanes (Girona) a los 92 años de edad. A Bataller se le conocía como 'el pintor de Formentera' por la fama que dio a la isla con sus cuadros.

Nacido en Blanes el 26 de noviembre de 1920, era el hijo pequeño de Dolors Giralt y del doctor Tomàs Bataller, médico y fotógrafo amateur. Los primeros estudios de dibujo los hizo con el acuarelista Ramon Reig en Figueres, y durante la Guerra Civil estudió con el pintor Àngel Planells en la Escola d´Arts i Oficis de Blanes

Está previsto este miércoles día 13, a las 10.30 horas se celebre una ceremonia en su memoria a la Parroquia Santa Maria de Blanes y, posteriormente, sus cenizas se las llevará un barco para que reposen en el mar que siempre estimó y fue para él una fuente de inspiración.

Gran forofo a la navegación, fue socio fundador del Club de Vela Blanes en 1943. El año 1950 se licenció en la Escola de Belles Arts Sant Jordi de Barcelona y después amplió conocimientos de grabado con el maestro Jaume Pla hasta que, en 1956 y 1958, consiguió una beca para ir en París conjuntamente con Josep Roca-Astre y Jordi Curós.

Los cuatro paraísos de Rafael Bataller

El verano de 1958 recibió en Blanes un primer homenaje por los éxitos logrados en París y el escritor Josep Maria de Sagarra le dedicó un poema titulado A Rafael Bataller, pintor y navegante. Sus amigos lo bautizaron entonces con el apodo de 'Es fenomenu', en alusión a su capacidad para destacar en todo aquello que se proponía. El año 1968 se casó con la artista filipina Rosario de Oteiza y juntos fueron en busca de la belleza y la inspiración a Blanes, Formentera, París y el Valle de Aran.

A lo largo de décadas, Bataller recibió numerosos reconocimientos, como la concesión del Premio Sant Jaume otorgada en 2011 por el Consell Insular de Formentera.

El Archivo Municipal de Blanes (AMBL) conserva el valioso fondo personal del artista, que incluye miles de fotografías que testimonian su mirada artística a través de la cámara. A raíz de esta donación, el Ayuntamiento de Blanes difundió en 2009 una de sus facetas más desconocidas, la de fotógrafo, a través de de un catálogo y una exposición titulados 'Los paraísos de Rafael Bataller. Un pintor fotógrafo'.

A través de los dos elementos, se mostraban los cuatro lugares que más inmortalizó Rafael Bataller. En el año 1956 descubrió Formentera cuando era prácticamente una isla virgen, y al cabo de pocos años decidió construir su refugio veraniego.

Los cuadros que pintó de este rincón de las islas lograron un éxito mundial a partir del encargo de un cartel que le hizo la dirección general de Promoción Turística en 1971. A Bataller se lo conocía como 'el pintor de Formentera' por la fama que dio a la isla con los cuadros de sus aguas.

El descubrimiento del Valle de Aran permitió Rafael Bataller poder disfrutar del espectáculo de la nieve durante numerosos inviernos y quedar fascinado por la rápida transformación de los colores del paisaje pirenaico.

Por último, el cuarto paraíso del pintor fue París, ciudad con la que tuvo su primer contacto en 1950, durante el viaje de final de carrera. Desde entonces, tampoco dejó de visitar nunca la llamada ciudad de la luz. Los paisajes urbanos nevados y los puentes son los temas que predominan a sus cuadros parisienses.

Homenaje Póstumo del Ayuntamiento de Blanes

El próximo 20 de diciembre está previsto que se inaugure en Casa Saladrigas de Blanes una exposición pictórica de Rafael Bataller.

La exposición se ha titulado 'Respirando arte: Rafael Bataller, Charo de Oteiza y sus amigos artistas' y estará formada esencialmente por obras de su colección de arte.