Los vecinos del Pilar de la Mola y, por extensión, de Formentera se pusieron ayer sus mejores galas para celebrar una de las fiestas más auténticas de la isla: la Virgen del Pilar. Esta festividad mantiene todo su sabor tradicional aunque en los últimos años la comisión de fiestas, que organiza el festejo, ha introducido actividades para todos los gustos y edades.

La Guardia Civil también celebró su patrona con familiares, amigos y vecinos y la destacada presencia durante los actos de la mañana de una nutrida representación de este cuerpo de seguridad.

Guardias civiles en la procesión

La misa fue oficiada por el obispo de Eivissa y Formentera, Vicente Juan Segura, en un templo lleno de fieles. Luego llegó el momento de la procesión, que transcurrió por la calle principal de la localidad. Como ya se ha convertido en costumbre los guardias civiles destinados en Formentera fueron los encargados de llevar la imagen de la Virgen del Pilar a hombros, seguida por las autoridades y numerosos vecinos en una procesión que mantuvo el tipismo propio de estos actos.

Al terminar fue el momento del ball pagès, que este año contó con la presencia de sa Colla des Vedrà, de Sant Agustí, invitada a participar en este encuentro folclórico en el que también hubo balladors y balladores de las colles locales. En la Casa des Poble se pudo ver una muestra de fotografías antiguas, mientras en el exterior los miembros de la comisión de fiestas invitaban a vecinos y visitantes a un aperitivo regado con vino o licor de hierbas. Estaba previsto que la fiesta continuara por la noche con la actuación del grupo local Chimichurri, seguido del concierto de Pastora. Antes la comisión de fiestas preparó una torrada popular.