La Associació de Geòlegs de les Illes Balears (Ageib) desmintió ayer categóricamente que puedan considerarse aguas termales los pozos que un grupo hotelero de Formentera anunció como tales en dicha isla la semana pasada.

La citada entidad profesional emitió un comunicado en el que asegura que es «completamente normal» que el agua procedente de cierta profundidad tenga unos grados más de temperatura que la situada más cerca de la superficie. «Si en un pozo de gran longitud introducimos un termómetro, observaríamos que la temperatura aumenta a medida que profundizamos a razón de 3 grados centígrados por cada 100 metros», afirma la Associació de Geòlegs de les Illes Balears.

«Teniendo en cuenta que la temperatura media del agua subterránea en Formentera es aproximadamente de 20 grados, es completamente normal que a 180 metros de profundidad el agua bombeada tenga una temperatura de 23,5 grados», agrega el comunicado, que insta a los medios de comunicación «a desconfiar de informaciones confusas y falsas, muy alejadas del conocimiento científico y técnico que debe perseguir una sociedad avanzada como la nuestra».

Los geólogos de Balears explican que «las aguas termales constituyen la evidencia más notable del calor interno de la Tierra». Sin embargo, el archipiélago «presenta un gradiente geotérmico absolutamente normal, ya que no es una zona volcánica, ni presenta ninguna singularidad geológica en este aspecto».

La entidad matiza que en Mallorca existen «algunas zonas con anomalías», en alusión a pozos con aguas de más de 50 grados centígrados, «pero son debidas a la ascensión rápida de agua más caliente procedente de acuíferos profundos a través de un sistema de fracturas hacia acuíferos más superficiales».

No hay ríos subterráneos

La Associació de Geòlegs aprovecha su nota para desmentir también la creencia popular de que el agua de las Pitiüses procede de un río subterráneo que viene del Pirineo. «EnBalears y, por supuesto, en Formentera, el agua subterránea procede única y exclusivamente de la infiltración del agua de lluvia y no viaja por ningún misterioso conducto oceánico desde el Pirineo». «Estas afirmaciones, muy arraigadas en la cultura popular, carecen de fundamente científico y llevan a confundir a la población y aumentar la incultura centífica», agrega la entidad.

«Esponja en medio del mar»

Un acuífero «es una formación geológica capaz de almacenar y transmitir el agua en cantidades significativas». En el caso de Formentera, «el sustrato rocoso está constituido por materiales muy porosos, donde el agua se almacena y se mueve, muy lentamente, de un punto a otro» y el proceso «no tiene nada que ver con misteriosas venas y ríos subterráneos» que son, insiste la asociación, «fruto de nuestra imaginación».

En resumen, la isla de «Formentera se podría comparar con una esponja en medio del mar, de ahí que el agua subterránea esté en gran medida salinizada», concluye la nota.