­En la medianoche de ayer, estaba previsto que una gran traca diera la bienvenida, como es habitual, a la festividad de Sant Bartomeu. Era solo un aviso, el recuerdo de que hoy, 24 de agosto, Sant Antoni acapara la atención de residentes y turistas para celebrar su día grande, su esperada fiesta estival.

El estruendo de la gran mascletà a las ocho y media de la mañana inundará el centro del pueblo. Un ruidoso despertador para aquellos que quieran disfrutar de la chocolatada popular que se servirá a las nueve de la mañana en la Plaza de España.

A las diez y media, los niños lo pasarán en grande mientras se refrescan en la gran fiesta con espuma, juegos y mucha animación de la mano de Piruleto. Gafas de agua, gorra, bañador, chanclas y una toalla son artículos imprescindibles para empaparse y disfrutar al máximo durante la mañana.

Como siempre, la misa solemne en Sant Antoni tiene lugar por la tarde. Será a las siete y media cuando comience el acto religioso que irá seguido de la procesión por las calles del pueblo en honor al patrón. La colla Brisa de Portmany pondrá la nota folclórica a las nueve y media de la noche con una exhibición de baile payés que tendrá lugar en el Passeig de ses Fonts.

En ese mismo emplazamiento comenzará media hora después un espectáculo de baile y música argentina con Tango Gaucho. A las once dará comienzo el pasacalles y el correfocs que llevará a cargo de los demonios de Ibiza Es Mals Esperits.

La bahía de Sant Antoni se llenará de luz y color a medianoche, con el lanzamiento de los fuegos artificiales que tanto gustan a residentes y visitantes. ¿Y después? La fiesta continúa con el pop, soul, blues, bossa, rock y reggae de Black Rose.