Desde la experiencia que le otorgan tres legislaturas como concejal, Antoni Riera analiza la actualidad de Santa Gertrudis, «un pueblo que ha crecido de manera sostenible aunque necesita todavía de algunas intraestructuras», y confía en que el buen tiempo siga respetando lo que queda de las fiestas.

-¿Cómo están transcurriendo las fiestas?

-De momento muy bien. Estamos gozando de muy buen tiempo, algo que no es normal en esta época, que suele ser más inestable, y la participación está siendo elevada. Estamos muy contentos.

-¿Qué novedades destacaría del programa de fiestas?

-Este año la temática han sido las matanzas, se ha elaborado un calendario con el que hacemos un poco de historia y se han recopilado fotos antiguas. Pero, personalmente, la gran novedad creo que es la comida solidaria del domingo (por ayer) que se inicia con un taller de matanzas donde se presenta el proceso de elaboración de la sobrasada, se hace el triturado de la carne, la elaboración de la mezcla... para después con la carne elaborar la frita de matanzas para la comida benéfica en favor de los afectados por terremoto de Nepal.

-La gastronomía y la sobrasada tienen mucho protagonismo en estas fiestas...

-Sí, siempre buscamos algún motivo relacionado con la época del año en la que se celebran las fiestas y este año nos inclinamos por las matanzas y la sobrasada. Además se ha organizado por primera vez el encuentro gastronómico intercultural que ha contado con la participación de muchas asociaciones y que ha resultado todo un éxito, por lo que probablemente el año que viene se vuelva a repetir .

-En los últimos años Santa Gertrudis ha experimentado un crecimiento muy grade, ¿cómo lo ve?

-Creo que el pueblo ha crecido de forma muy ordenada bajo criterios de sostenibilidad muy adecuados con respecto al entorno. Ahora lo que tenemos que hacer es adecuar los servicios del pueblo a las necesidades de los vecinos. Primero crece el pueblo y después de las necesidades. Vamos paso a a paso. En la anterior legislatura teníamos la problemática de la escuela y en esta vamos a poner más énfasis en terminar las instalaciones deportivas. En la primera fase ya hicimos el campo de futbol y las pistas de tenis y nos quedó pendiente hacer un edificio polivalente y vestuarios. Esta obra ya la hemos incluido en los presupuestos del año que viene.

-¿Y el centro social?

-Tenemos una capacidad de inversión limitada y vamos poco a poco. Para este centro tenemos los terrenos, pero ahora nuestra prioridad es el edificio de vestuarios del campo de fútbol que lo vamos a diseñar con salas polivalentes y capacidad para poder acoger a otras asociaciones y deportes. Además, queremos incluir el espacio para el punt jove, que es algo que llevamos en el programa electoral y vamos a tenerlo en cuenta. También queremos allí un espacio diáfano para las diferentes asociaciones, para que se puedan celebrar encuentros, comidas o torradas, para que tengamos un lugar cubierto que ahora no tenemos en el pueblo.

-¿Qué otras mejoras les demandan los vecinos?

-La de este centro polivalente es una de las principales demandas, pero hemos tenido otras peticiones que han estado en boca de todo el mundo, como el problema del agua. Se ha hecho una obra para interconectar la arteria de agua desalada con el pueblo, y ahora estamos pendientes de que se desbloquee el tema de la puesta en marcha desaladora, pero ya tenemos la conexión y el año que viene ya podremos tener agua desalada. También tenemos el proyecto de ampliar el club de la tercera edad.