No será hasta el próximo fin de semana cuando doña Letizia, junto a las pequeñas infantas Leonor y Sofía y el príncipe Felipe, inicie sus vacaciones de verano en Mallorca. Pero la princesa, muy implicada siempre con la causa solidaria, quiso incluir en su agenda de trabajo un viaje de ida y vuelta a la isla para conocer de primera mano el trabajo que la fundación Handisport hace para la práctica del deporte por discapacitados. Una visita breve en el que la futura reina de España se interesó por cómo las personas con discapacidad recuperan la sonrisa gracias a una simple inmersión en el mar o un paseo por la montaña.

Era un día importante, no solo para los responsables de la entidad, que nació en 2006, sino para José Ramón Bauzá. El presidente del Govern se estrenaba en la recepción a un miembro de la Casa Real y se le notó nervioso. Eso sí, no renunció a su política de fuera corbata cuando el acto lo permite. En la misma línea, quizás para arroparlo, se presentó el conseller de Turismo y Deporte, Carlos Delgado. Ramón Socias, delegado del Gobierno, no era un novato como demostró en el tiempo de la reverencia. Profundamente agradecidos por la monárquica visita, el fundador y presidenta de Handisport, Rafael Winckelman y Cristina Martin, respectivamente.

La lluvia y el viento obligó a que los actos tuvieran lugar en el interior del Golf Maioris de Llucmajor, y no sobre el green, donde estaba inicialmente previsto que la princesa departiera con algunas de las personas que utilizan los equipos deportivos adaptados. Aún así, y a pesar del poco espacio y de la multitud congregada, doña Letizia comprobó cómo la simple posibilidad de poder competir y jugar con amigos es el mejor «antidepresivo», tal y como le contó Sebastián Lorente, campeón de Europa de golf adaptado.

Por otra parte, el lunes, los hijos de la Infanta Elena, la duquesa de Lugo, Froilán y Victoria, acudieron en Mallorca a su primer día de clase acompañados de la reina a los cursos del club náutico de Cala Nova. Froilán, con un chillón bañador, actuó como cualquier otro chiquillo de su edad. Tras llegar a puerto decidió darse un chapuzón saltando desde la popa de la lancha neumática, para sorpresa de sus compañeros. El nieto mayor de los reyes, que cumplió 13 años el pasado 17 de julio, demostró que sigue siendo ese niño travieso, algo gamberro y divertido que ofrece siempre fotografías muy divertidas.