Yoala Vonk, una holandesa de 26 años, ha conseguido entrar en ´Fama revolution´, el nuevo formato del conocido concurso de Cuatro. Como ella, otros cuatro bailarines que se presentaron al cásting en la isla lo han logrado, aunque los demás procedían de otras ciudades en las que no pudieron acudir a las pruebas y por eso lo intentaron en Ibiza, a pesar de que no tienen ninguna vinculación con las Pitiusas. Yaela, en cambio, trabaja como gogó aquí desde que tenía 18 años. Llegó a la isla por invitación de un ex novio y encontró trabajo gracias a su formación como bailarina. Ha animado fiestas como ´La Troya´ o ´Matineé´ y ha bailado en Edén, Space, Amnesia, Privilege y, este verano, en Pachá.

El jueves fue su última noche en la discoteca ya que el próximo sábado deberá entrar en la casa en la que convivirán los concursantes de la nueva edición de ´Fama´. «Me tomo unos días de vacaciones para estar con mi novio y con mi hijo, pero el viernes estaré ya en Madrid», relata. No puede contar muchas cosas sobre el programa, el formato ha cambiado y la productora se niega a desvelar las sorpresas que reserva a los espectadores. «Va a ser más reality que otros años, como un ´Gran Hermano´ pero con bailarinas. Deberemos llevar un micro encima todo el día, hay cámaras por toda la casa y, además de las emisiones en Cuatro, habrá también un canal 24 horas desde el mismo momento en que entremos en la casa», relata.

Yaela había sido espectadora de las dos últimas ediciones del programa: «Me gustaba mucho porque puedes aprender diferentes estilos. Estás todo el día aprendiendo a bailar: solo, en pareja, en grupo…». Asegura que ella es una bailarina muy técnica, de formación clásica. «Mis raíces están en el ballet, el jazz, la danza contemporánea… por eso la profesora que más me gusta es Marbelys y al que más temo es a Sergio, porque, claro, yo no soy muy buena en hip hop, aunque quiero aprender», confiesa.

La holandesa, que pasa los veranos en Ibiza y los inviernos en Valencia, estaba embarazada el año pasado cuando se enteró de la convocatoria para la nueva edición de ´Fama´. «Como no pude trabajar, ese verano pasaba mucho tiempo viendo la tele. Quería presentarme, pero tenía que esperar a que naciera el niño y a estar de nuevo en forma. En cuanto salió el cásting llamé directamente para apuntarme», recuerda. La joven tiene un muy bien recuerdo del día en el que se celebraron las pruebas en Ibiza. «Fue muy largo, había mucha gente y era necesario pasar tres fases, así que estuve allí desde las diez de la mañana hasta las once de la noche. Pero fue muy bien. Hoy [por ayer] he podido ver en la tele cómo estuve porque han empezado a emitir los resúmenes de los cástings. Lo cierto es que en la prueba final estaba muy cansada, pero me ha quedado un buen sabor de boca», comenta. Este año, los cambios en el programa han supuesto también innovaciones en el proceso de selección, de manera que Yaela no tuvo que pasar más exámenes tras aquellas jornada. «En un sólo día de cásting tienes que superar las diferentes pruebas, pero cuando pasas la última fase sabes que ya estás dentro de la casa. Yo sabía que había entrado desde aquel mismo días, pero para confirmarlo me exigieron hacer después un test médico que demostrara que mi salud era buena para estar en el programa», detalla.

Tras siete años bailando en discotecas, tiene claro que no desea que la de gogó sea su profesión en el futuro y por eso decidió asumir este nuevo reto: «Me presenté al cásting de ´Fama´ porque me encanta bailar y quiero tener un nivel más alto, superarme. Estoy cansada de bailar como gogó, quiero hacer más cosas: aprender nuevos giros, estar en musicales, acompañar a algún cantante famoso en sus coreografías…». La formación como bailarina de Yaela comenzó en Holanda, donde estuvo inscrita en tres academias diferentes: «En la primera, aprendí baile moderno y clásico, después me matriculé en un conservatorio de danza y en la tercera el baile empezó a mezclarse con la actuación». Tras aquella etapa formó parte de un show ballet durante dos años, hasta que le apeteció hacer un estilo más libre e improvisado y se convirtió en gogó. Ahora espera que la nueva etapa que emprende en ´Fama´ le abra nuevos caminos. El premio para el ganador de esta edición son 36.000 euros para estudiar durante un año en cualquier escuela de baile que elija. «Yo tengo claro que, si ganara, me iría a Estados Unidos, pero no sé a qué escuela, aunque me gusta mucho la compañía de jazz de Alvin Ailey en Nueva york», sueña la concursante.