Un oportuno tanto de Gregori, en el minuto 94, cuando el partido de ida en Can Misses ante el Atlético Levante parecía abocado ya irremisiblemente al cero a cero, permitió ayer a la UD Ibiza dar un importante paso en firme hacia su máximo objetivo y acariciar ese ansiado ascenso a Segunda División B con el que sueña toda la afición ibicenca.

No obstante, aunque el conjunto de Rufete parece tener ahora bien encarrilada la eliminatoria con este corto pero favorable resultado para la vuelta, los ibicencos tendrán que hacer el próximo domingo un último sobreesfuerzo para poder rematar la faena debidamente, si quieren hacer realidad finalmente el salto a la categoría de bronce. Una tarea que no será fácil, teniendo en cuenta que restan aún 90 minutos muy complicados por disputarse ante un filial levantinista que saldrá a morder desde el minuto uno, espoleado y arropado por el apoyo de su público.

En lo que respecta al encuentro de ayer en Can Misses, cabe destacar el buen inicio de partido que protagonizó la UD Ibiza, ya que los de Rufete salieron con ritmo e imponiendo su juego frente a un filial levantinista, ordenado y bien plantado, que trató de guardarse bien las espaldas, aunque careció de mordiente sufiente para inquietar la portería local.

A los 14 minutos, una rápida contra lanzada por Edu Oriol, tras un saque de córner del Atlético Levante, permitió a Terán internarse en el área rival y plantarse ante el meta Cárdenas con serias opciones de marcar, pero el guardameta visitante paró con seguridad la doble ocasión que tuvo en sus botas el atacante pitiuso.

Superada la media hora de juego, el filial granota empezó a estirar sus líneas y a buscar una mayor profundidad en sus acciones. Así, en el minuto 36, en una de sus pocas incursiones en la primera mitad, Álex Cortell consiguió meterle el miedo en el cuerpo a los ibicencos, merced a un potente y colocado lanzamiento desde la frontal que se estrelló contra uno de los postes de la meta local.

Poco antes del descanso, Terán, en buena posición, tras recibir de Ramos un buen servicio en la misma frontal, tuvo de nuevo la opción de adelantar a su equipo, pero el chut se le marchó por encima del marco valenciano.

Una segunda mitad muy distinta

Tras el intermedio, el guion del choque cambió por completo, ya que el Atlético Levante dio un paso al frente y mostró mucha más ambición, mientras que la UD Ibiza se veía incapaz de frenar el juego de su rival en la zona de creación ni de concretar sus contadas opciones de peligro cerca de la portería de Cárdenas. De este modo, el cuadro de Javier Olaizola se fue haciendo con el dominio territorial y de la pelota, lo que le permitió generar un fútbol claramente más ofensivo.

En el minuto 56, una pérdida de los ibicencos en el centro del campo fue aprovechada por los levantinistas para montar una rápida contra que Manu Viana remató por encima del larguero. En el 69, Andreu finalizó una gran acción colectiva de los visitantes probando fortuna desde lejos, aunque su lanzamiento se le fue alto.

Instantes después, Cirio, en una acción aislada,en el minuto 75, tiró de genio para buscarse el hueco en el área valenciana y lanzar con intención ajustado al palo, pero Cárdenas, rápido y atento, atajó el esférico con una gran estirada.

Fue entonces cuando Rufete, viendo a los suyos pasar agobios ante la presión levantinista, decidió mover el banquillo, dando entrada a Gámiz, Gregori y Mateu. La apuesta le salió redonda, ya que Gregori, en el último suspiro del encuentro, se inventó una jugada maestra con la que se internó en el área, recortó a dos defensas y batió de tiro cruzado al meta rival. Logró un tanto que puede valer su peso en oro en la vuelta, y con el que hizo estallar de júbilo a toda la afición de Can Misses.