La tercera victoria de la Peña Deportiva en el nuevo año ha revolucionado la zona baja del grupo III de Segunda División B. La escuadra de Santa Eulària derrotó ayer a un rival directo como el Olot (1-0) y ya otea la salvación a cuatro puntos. Serían tres si el Peralada no estuviera librando su particular rebelión por idéntico objetivo. Ayer, los ibicencos volvieron a demostrar ante su afición y ante la categoría el punto de madurez y la convicción necesaria para llevar su proyecto a buen puerto. Aunque se vio beneficiada por un penalti en contra no pitado, la Peña ofreció argumentos suficientes como para batir al que llegaba como el mejor equipo de la segunda vuelta.

Arrancó con ímpetu el conjunto local y Gorriz, en apenas tres minutos, tuvo dos claras opciones para avanzar a su equipo, primero tras un centro desde la derecha que no alcanzó a conectar, y a continuación a la salida de un córner muy cerrado.

Apostó Dani Mori por un 4-4-2 con Marc de Val y Rueda en el doble pivote y con Pepe Bernal acostado en banda izquierda. El damnificado en esta ocasión fue el goleador del equipo, Guille Andrés. Enfrente, el Olot compareció con tres centrales y dos carrileros largos para blindar su defensa y tratar de sorprender a su oponente.

Los de Dani Mori asumieron desde el inicio el control del esférico porfiando la presión del rival, espoleado desde el banquillo por un inquieto Raúl Garrido, un viejo conocido de la parroquia ibicenca tras su paso por la SE Eivissa en su etapa como jugador.

El partido comenzó a madurar mientras los dos contendientes trataban de imponer su autoridad en el centro del campo. No fue fácil ver tres pases seguidos y sí muchos balones aéreos que solían escupir al cielo de Santa Eulària los zagueros. El orden táctico reinaba en el ecuador del primer episodio.

Un futbolista habilidoso y muy vertical amenazaba el mayor dominio y control de los peñistas: el exjugador del Sant Rafel Iván Guzmán. Aún perfilado en el costado zurdo, de las botas del extremo catalán nacieron las acciones más peligrosas de un Olot que apenas dio trabajo al meta local Imanol durante la primera media hora.

En ese minuto el propio Guzmán estrelló un balón en el poste tras recoger el rechace de una peligrosa falta lateral. Fue el inicio de un periodo de mayor presencia visitante en los dominios de una Peña que había perdido de manera alarmante el centro del campo

Tras el descanso no mejoraron las sensaciones para el equipo de Dani Mori. A los 54 minutos, el cuadro catalán reclamó penalti por un derribo en el área de Pomar sobre Toril que ignoró el colegiado. Las protestas de los visitantes parecían estar más que justificadas. Poco después, el Olot pilló desnuda a la zaga peñista en un rápido contragolpe, pero Marc Mas, con todo a su favor, mandó el balón a las nubes. La Peña en esos momentos estaba desnortada, indefensa frente al acoso de un equipo que llegaba en plena racha de resultados a la Villa del Río.

Los momentos decisivos

Pero el fútbol no atiende a leyes fijas y el combinado local, instantes después, tuvo la opción más clara hasta el momento para adelantarse en el marcador. Gorriz ganó por banda izquierda la espalda de su par y el pase de la muerte llegó franco a las botas de Polanco, que disparó al muñeco con la portería a solo unos metros de distancia (min. 61).

La entrada de Guille Andrés agitó el ataque peñista y devolvió el equilibrio territorial al encuentro en el último cuarto de hora. Sin brillo en el juego, las opciones de uno y otro equipo pasaban por las acciones a balón parado. Ese parecía el plan de ambos equipos.

Fue, sin embargo, tras una jugada de tiralíneas trenzada por Pepe Bernal, Guille y Gorriz como llegó el ansiado tanto de la Peña Deportiva. El espigado delantero tuvo sendas opciones pero encontró la rápida intervención del guardameta Ginard, quien tras el nuevo centro al área no pudo alcanzar el cabezazo ajustado de Chechu (min. 82). El balón se fue escorando y entró manso junto al poste izquierdo de la meta del Olot.

La Peña golpeaba primero y cuando más duele, en los instantes finales. Sufrió el cuadro local para retener la victoria, pero al mismo tiempo confirmó su firme voluntad de alcanzar la permanencia. Cada vez está más cerca.