Medio centenar de aficionados del Formentera disfrutaron ayer de otra jornada para recordar, con una visita cultural, gastronómica y deportiva a Vitoria, donde acompañaron al equipo de la pitiusa menor en su nueva aventura copera.

Para algunos como Mercedes y Ladis no era la primera vez. Este matrimonio de origen sevillano, pero afincado en Formentera desde los años 80, ya tuvo la ocasión de ver en directo al equipo de sus amores en el Sánchez Pizjuán y en San Mamés. Ayer acudieron al estadio vitoriano de Mendizorroza junto a varias decenas de valientes que desafiaron a las bajas temperaturas y a un complejo trayecto -algunos llegaron vía Palma o Barcelona y otros en coche desde Valencia, como Vicente Costa y su hijo Alberto- para disfrutar del sexto partido de los rojillos ante todo un Primera División.

La Plaza de España, la catedral gótica de Santa María, la muralla medieval, la iglesia de San Miguel y su conocido retablo o la plaza de la Virgen Blanca fueron algunos de los monumentos que visitaron los formenterenses como el presidente de la máxima institución insular, Jaume Ferrer, quien acompañado por su esposa recorrió el casco viejo de la capital vasca como un turista más.

Los aficionados pitiusos combatieron el frío ataviados con bufandas y gorros de su club preferido y con cánticos y palmas. Aunque en menor número que en Bilbao, donde el Formentera llegaba con la eliminatoria igualada, el grueso de los seguidores se concentró momentos antes del encuentro en los alrededores de Mendizorroza para calentar motores, y posteriormente en las gradas del estadio albiazul.

Al final la mayoría pudo entrar con invitaciones del club y les situaron en el lateral, detrás de los banquillos. La ubicación era inmejorable y los formenterenses pudieron disfrutar de un estadio coqueto y moderno, con aires de campo inglés, donde la hinchada local se hizo notar gracias al megáfono y los tambores que portaban algunos de ellos. Las banderas y las canciones de la grada joven de Mendizorroza dieron colorido y animación al encuentro, a pesar de que el campo presentó menos de la mitad de su aforo.

A pesar de la eliminación, para los desplazados a Vitoria la cita será imborrable y supondrá un nuevo episodio en sus andanzas junto a la entidad rojilla.Directiva y plantilla

En cuanto al club, el presidente Xicu Ferrer celebró la habitual comida de directivas en el asador Orio a pesar de llegar con el tiempo justo a la capital de Álava, como ya le ocurriera en Bilbao.

La plantilla, por su parte, gozó de una tranquila jornada hasta las 17.40 horas, cuando puso rumbo a Mendizorroza. Por la mañana dieron un agradable paseo por las inmediaciones de su hotel de concentración para soltar las piernas. Después de comer asistieron a la charla técnica ofrecida por Tito García Sanjuán antes de descansar en sus habitaciones de cara al partido. Durante la comida recibieron la visita de Omar Álvarez, quien cayó lesionado ante la Peña Deportiva y permanecerá de baja entre seis y siete semanas.

La expedición del Formentera regresará hoy a casa vía Valencia tras tomar un autocar que le conducirá al aeropuerto de Bilbao. Desde Manises a Eivissa, donde aterrizarán a las 18.00 horas.

Lo mejor estaba por llegar. A pesar de la derrota, tanto la afición como la plantilla se marcharon con un delicioso sabor de boca del estadio de Mendizorroza, donde la afición local les obsequió con cinco minutos de aplausos y cánticos. Al grito de ¡ Formentera, Formentera¡, la infatigable hinchada situada en la grada joven, en el fondo sur del estadio, despidió con una ovación de gala al equipo de la pitiusa menor, demostrando su exquisita educación y sus valores por el fútbol modesto, del cual también proceden. Su despedida hizo saltar más de una lágrima en la expedición visitante. Fue el adiós más emotivo.