La Peña Deportiva asaltó ayer Formentera dando por consumada su particular revancha -en el partido de la primera vuelta venció de manera similar el equipo de la pitiusa menor- y haciéndolo, además, al más puro estilo rojillo, con un gol de córner en el último suspiro del encuentro (0-1). Como sucediera en la gesta formenterense de San Mamés, pero a la inversa, la Peña supo preservar el 0-0 en los momentos más delicados de la segunda mitad y ajustició a su rival a balón parado y sin tiempo para la reacción. El Formentera, que ayer pagó el estrés de la Copa, probó el amargo sabor de su propia medicina.

Dani Mori dio un golpe de efecto y sacó a toda su artillera para empezar el año, incluyendo dos medias puntas de calidad como son Pepe Bernal y el recién llegado Salinas, como enganches del punta Gorriz y de Guille, escorado ayer a la banda izquierda del ataque ibicenco. También hizo debutar el técnico asturiano al guardameta Imanol, mientras que en el centro de la zaga regresó Navarro tras superar su larga lesión.

Enfrente, García Sanjuán apostó por una defensa de tres con dos carrileros abiertos y con Juan Antonio como principal referencia ofensiva.

La primera aproximación fue para la Peña, que se apoderó del balón moviendo el cuero de banda a banda. Su dominio llevó emparejado peligro, y a los 6 minutos Guille cabeceó desviado un centro de Erik tras robar el cuadro visitante un balón a Álvaro en zona peligrosa.

En la acción siguiente llegó la primera decisión polémica de la mañana, cuando el colegiado, a instancias del linier, anuló un gol del Formentera por supuesto fuera de juego de Riera. Crespo había ganado la espalda de la defensa y su centro lo introdujo en la portería el defensa Marcos mientras porfiaba con el extremo zurdo. La jugada quedó invalidada ante las protestas del combinado local.

A los 13 minutos se cambiaron las tornas y el árbitro anuló un gol de Navarro por posición antirreglamentaria tras cabecear en el segundo palo una falta botada por Salinas. También fue una decisión compleja y discutida.

El dominio era alterno y reflejaba la igualdad entre ambos equipos, aunque el tramo final del primer tiempo adoleció de ocasiones de verdadero peligro.

Alternativas

Sin apenas variaciones, la segunda mitad arrancó con un chut lejano de Álvaro que atajó en dos tiempos Imanol. El meta de la Peña fue de nuevo protagonista al despejar con el pie un disparo a bocajarro de Bonilla, quien finalizó la mejor jugada combinativa del encuentro. La mayor ambición de los rojillos se plasmó al instante en otra internada, ahora por banda derecha, que acabó cabeceando Nando a las manos de Imanol.

La Peña, que había sido ligeramente superior a su rival en el primer acto, no olió el balón en los primeros minutos de la reanudación. Se vio ampliamente superada por un Formentera con las ideas más claras, maduro y competitivo, como demostró el pasado miércoles ante el Alavés a pesar de la derrota.

Salinas respondió con un testarazo a centro de Marcos que detuvo el meta local, tras una cabalgada del lateral peñista iniciada con un robo de balón. Aunque fue una acción aislada, la escuadra de Santa Eulària pudo tomar oxígeno y retomó el equilibrio de fuerzas.

Con la entrada de Bruno en el minuto 70, el Formentera pasó a jugar con cuatro defensas. El guión del partido se mantuvo con alternativas para ambos equipos pero carentes de profundidad y peligro, más allá de varias ocasiones a balón parado para el cuadro formenterense.

Para el minuto 83 el partido estaba abierto pero tenía aroma a empate sin goles. La Peña quiso romper la igualada bajo la conducción de Salinas, pero Gorriz no alcanzó a rematar el centro desde la izquierda de Marco Rosa.

Cuando el derbi parecía abocado al empate, la Peña forzó un postrero saque de esquina. Y la pizarra funcionó: Bernal centró con la zurda al primer palo donde peinó el esférico Marc de Val y Fran Núñez, libre de marca en el segundo palo, remachó el cuero a la red.