Acaba su etapa como cadete en las Pitiüses como segundo en BTT y campeón en carretera. Con 16 años ya apuesta por competir fuera de la isla. ¿Cómo surge la oportunidad de competir en el equipo de Vicenç Reynés?

A mí lo que me gusta es la carretera y en Ibiza no hay prácticamente nada. La verdad es que ha sido gracias a Enrique Morcillo. Un día entrenando le comenté que me gustaría encontrar alguna oportunidad fuera y me dijo: «No te preocupes que te ayudaré». Y así ha sido.

¿Quién más le ha ayudado en Ibiza?

Tengo que agradecérselo todo al Club Ciclista Santa Eulària. Con ellos he hecho mi primera etapa y les estoy muy agradecido. A Felipe [Sánchez, presidente de la entidad] es al que me gustaría destacar, ya que es el que nos aguanta que le estemos molestando todo el día con mensajes [ríe]. También a Luis Marty del Master Team, ya que siempre me ha llevado a los campeonatos de Balears. En general, a todos los que me han aguantado. Soy tranquilo, pero también tengo lo mío [ríe].

¿Qué le espera con el conjunto mallorquín?

Haré las carreras más importantes [de Mallorca] y alguna en la Península, además del Campeonato de Balears. En Mallorca hay muchísimas carreras.

¿Conoce a sus compañeros?

Este fin de semana hicimos una concentración y se nota que es un equipo muy serio y con mucho nivel. De mi categoría seremos dos rodadores y dos escaladores. Estuve en casa del presidente y de Reynés y fue impresionante, hay muy buen rollo, aunque trabajan como un equipo profesional.

¿Qué dice su madre de esta aventura siendo tan joven?

Al principio fue un poco: «¡Hostia!», pero sabe que es lo que me gusta y que aquí prácticamente no hay carretera. Mi familia siempre me apoya y me anima cuando las carreras no salen como a mí me gustaría.

¿Qué espera de su futuro como ciclista?

Sueño con el Tour y con llegar a ser profesional. Dicen que los ciclistas tenemos tres deseos: ser profesionales, correr un Tour de Francia y después ganarlo. Mejor empecemos por la primera parte [bromea]. Ahora la categoría júnior es como una toma de contacto, después como amateur es cuando se ve si se puede llegar a dar el salto.

¿Se ha marcado algún objetivo para 2018?

Me gustaría poder hacer un buen resultado en alguna carrera. Intentar aprovechar que soy escalador cuando la carrera se ponga cuesta arriba, a ver cómo van las piernas. Seré uno de los dos escaladores júnior del equipo esta temporada.

¿Se ha planteado ir a vivir a Mallorca?

Ahora quiero acabar el Instituto [estudia cuarto de ESO] y después ya estudiaré otras opciones. El seleccionador balear de pista me lo planteó, pero todavía es demasiado pronto. Pero es cierto que entrenar en Mallorca es lo mejor. Este fin de semana estuve allí y pude ir al Coll de Sóller... Fue impresionante.

¿Quién le metió el veneno de las bicicletas en el cuerpo?

Empecé con un primo de mi madre y su tío. Nunca había cogido una bici, pero el primer día ya hicimos más de 30 kilómetros por sa Cala. ¡Llegué a casa destrozado! Después, cada vez fui saliendo un poco más a menudo. A raíz de venir a vivir a Santa Eulària y tener contacto con el club ya fue todo un poco más en serio.