n El Handbol Club Eivissa ha dejado atrás el sufrimiento de las dos últimas temporadas en la Primera Estatal masculina de balonmano. Dos cursos en los sudó la gota gorda para firmar la permanencia. La llegada de Eugenio Tilves y la aportación de gigantes de este deporte como Miguel Ángel Olea o Chelu Cid, entre otros, han dado una mayor dimensión al equipo, que sueña a lo grande gracias a la mejor defensa de toda la competición.

El equipo de Vila agota a sus oponentes con un entramado defensivo con muy pocas fisuras. Las estadísticas hablan por sí solas: los rivales perforan la portería de los pitiusos poco más de 20 veces por enfrentamiento. Más de tres tantos de diferencia de media que los líderes de todos los grupos de la categoría. Acanor At. Novas (25 goles encajados por partido), ACV Santoña (23,69), Anaitasuna (23,62), Sant Quirze (25,69), Maristas Algemesí (23,85) y Cajasur Córdoba (23,92) tienen peores registros.

«Sin duda creo que la clave de que estemos tan arriba es la defensa. Los partidos los estamos ganando desde allí y es nuestra seña de identidad», asegura Eugenio Tilves, quien matiza que ha encontrado una conjunción perfecta en la plantilla para llevar a cabo el tipo de juego que le gusta.

«Tenemos gente de mucho nivel y, además, a mí me gustan los equipos que defienden bien. Es la base del balonmano y de todos los equipos campeones, independientemente de la categoría en la que jueguen. Por mucho que marques, te crea muchas dudas que te marquen con facilidad», añade el preparador gallego.

Una rara avis dentro del equipo es Miguel López, máximo goleador de la escuadra -y octavo del grupo E- con 69 dianas. López asegura que una buena defensa aporta un extra de tranquilidad a la hora de atacar la portería rival.

«Al principio de temporada ya veíamos que la defensa era buena, pero no lo supimos bien hasta que comenzamos a medirnos con el resto de equipos. Es una faceta que te da un punto más de confianza, ya que tienes más margen de error. Además, los equipos llegan fundidos al final de los partidos contra nosotros. Incluso a los mejores en ataque de nuestro grupo les ha costado crearnos ocasiones de gol», explica López.

Pese a que el objetivo de acceder a la fase final por el ascenso de categoría ya comienza a ser una realidad, ni el técnico ni los jugadores se plantean un objetivo diferente que el cacareado 'partido a partido'.

«No es algo de lo que hablemos. El equipo se propuso durante la pretemporada competir cada partido y llegar al final con opciones de ganar, algo que el equipo no había conseguido durante otras temporadas, en las que se había perdido contra equipos que, a priori, tenían menos potencial. Es algo que hasta el momento se ha logrado y la defensa ha sido el camino», asegura Eugenio Tilves, que sucede este curso a Félix Mojón como responsable del primer equipo.

Tanto Tilves como López apuntan que en un hipotético play-off los pequeños detalles serían los que marcarían las diferencias. «Ser buenos atrás nos daría mucha confianza, pero en una fase de ascenso te encuentras a equipos muy buenos, que pueden tener un ataque muy potente y una defensa parecida a la nuestra», apunta el goleador taronja.

Por su parte, Tilves destaca la condición física en una competición que se concentra únicamente en tres días: «Son pequeños detalles los que definen la suerte en una eliminatoria de estas características. La defensa, la moral con la que llegues a un partido, un jugador puntual... La condición física también es clave en partidos que se juegan durante tres días a un nivel muy alto», concluye el preparador de los ibicencos.