El Formentera dio ayer la campanada en San Mamés al derrotar 0-1 al Athletic Club de Bilbao en el último minuto gracias a un gol de cabeza de Álvaro Muñiz. Los pitiusos se clasifican, contra todo pronóstico, para los octavos de final de la Copa del Rey haciendo historia en la Catedral después de eliminar a un ´rey de copas´ como el Athletic Club, que agrava su crisis deportiva. La derrota ante un Segunda B, además, podría costarle el cargo a José Ángel ´Cuco´ Ziganda, abatido tras el encuentro.

El Formentera se mostró como un equipo compacto y peligroso a la contra y, aunque el Athletic gozó de numerosas ocasiones de gol, acabó pagando su indolencia frente a un insolente Formentera que ya puede colgarse el cartel de ´matagigantes´ y que sueña con enfrentarse en la siguiente ronda con el Real Madrid o el FC Barcelona.

El encuentro arrancó con un gran eslalon de Adrián Riera que generó los primeros síntomas de nerviosismo en San Mamés, el preludio de lo que acabaría pasando. De hecho, poco después tuvo otro acercamiento de cierto peligro el bloque pitiuso, más motivado y concentrado que su rival.

A los 19 minutos el Formentera gozó de su primer saque de esquina ante el silencio casi sepulcral de San Mamés. Aketxe puso la réplica con un disparo lejano cuyo bote sorprendió a Marcos Contreras. Dejó el balón muerto en el área pequeña, pero lo pudo despejar in extremis la zaga.

En el minuto 37 llegó la ocasión más clara hasta el momento en un saque de esquina que peinó Sabin en el primer palo y cabeceó Williams a bocajarro, encontrando bajo palos el cuerpo de Nando. En la acción siguiente, el propio Williams provocó una falta peligrosa al borde del área cuyo lanzamiento por parte de Aketxe escupió Marcos como mejor pudo.

Contra las cuerdas

El Formentera se fue diluyendo, como cabía esperar, ante la mayor movilidad de un adversario acuciado por su necesidad de ganar y convencer. Pero pasaban los minutos y el Athletic no abría el marcador. No es que le fuera necesario, porque le servía el 1-1 de la ida, pero no se recupera la confianza de tu afición pasando la eliminatoria, tan ruinosamente, sin superar a los largo de 180 minutos a un equipo de Segunda B.

«¡Sí se puede!», cantaba la grada del Formentera cuando Adrián Riera a punto estuvo de llegar a un balón largo al espacio que alcanzó a despejar Herrerín. La ocasión llegaba tras varias acometidas de un Athletic inmerso en una pequeña crisis de ansiedad ante su falta de gol, después de una clara ocasión de Saborit.

Respondió el Formentera con una acción de calidad de Agus que abortó la zaga del Athletic en falta, sin que el colegiado lo apreciara, y a la contra a punto estuvo de marcar Williams en un cabezazo que salió lamiendo la cepa del poste. Solo un minuto después, en el 69, el propio Williams se entretuvo en exceso con todo de cara ante Marcos. El partido ingresó en un correcalles peligroso para el Athletic, que aunque estaba rondando el gol con claridad acabó contra las cuerdas.

Pero con Williams y Aduriz en el campo -el veterano punta entró en el último cuarto de hora- la misión del Formentera parecía imposible. La realidad, no obstante, era otra bien distinta y el Formentera tuvo sus opciones, primero a través de Liñán con un lanzamiento lejano pero ajustado, y después con un cabezazo de Bonilla que despejó a córner Herrerín cuando la afición visitante se preparaba para el delirio. En los últimos minutos el Formentera arrinconó al Athletic, aunque Williams tuvo el 1-0 en otra rápida contra. Su indolencia le salió cara, cuando en el descuento el Formentera provocó un córner al que subió incluso Marcos y que remató de cabeza Álvaro a placer para hacer historia en San Mamés.