La UD Ibiza regresó ayer de vacío de Son Bibiloni tras perder por 2-0 con el líder Mallorca B en un partido marcado por la lesión del guardameta Manolo pasada la media hora de juego. El equipo de Toni Amor evidenció ayer las carencias que viene arrastrando en las últimas semanas y encajó su tercera derrota de la temporada. Los ibicencos acumulan tres jornadas sin conocer la victoria, tras las cuales se sitúan a cuatro puntos del primer puesto de la clasificación.

El partido comenzó con dominio territorial de los mallorquines, pero la primera gran ocasión llegó tras un córner botado por Víctor Galera que remató Verdú mandando el cuero cerca del travesaño. Tras varios minutos de tanteo y de respeto entre ambos adversarios, los mejores de la categoría, llegó la jugada clave del partido que obligó al guardameta visitante Manolo a abandonar el encuentro por lesión. Su marcha resultó decisiva pues en la siguiente acción, Roberto Reyna cazó un balón muerto en el área para batir a Jesús Ruiz, recién ingresado al terreno de juego.

El tanto del Mallorca B cayó como un jarro de agua fría en las filas del bando ibicenco, que apenas ofreció capacidad de reacción salvo un remate de Terán en un saque de esquina antes de que llegase el descanso.

El guion apenas varió tras el paso por vestuarios, a excepción de un gol anulado a Cascó que fue muy protestado por los ibicencos. El filial mallorquinista gozó de varias alternativas y en la más clara Pascual se topó con Jesús Ruiz en un mano a mano que supo abortar el meta visitante.

El Ibiza dio un paso al frente y se marchó en busca del empate, pero en un letal contraataque conducido por Ángel Rodado el Mallorca B consiguió la sentencia (min. 76).

«Lo justo, un empate»

Tras el partido, el entrenador de la UD Ibiza, Toni Amor, se quejó del gol anulado «incomprensiblemente» a su equipo en la segunda mitad. También consideró «clave» en el devenir del partido la lesión muscular de Manolo.

«Hemos hecho un buen partido. Ha estado igualado y lo más justo hubiese sido un empate», indicó Amor tras la derrota.