La buena segunda mitad de la Peña Deportiva no le bastó para arrancar un punto ayer en la visita del RCD Espanyol a Santa Eulària (1-2). Los de Raúl Casañ regalaron los primeros 25 minutos y tuvieron que nadar contracorriente para tratar de salvar los muebles y tomar aire en la División de Honor Juvenil.

En el primer cuarto de hora el Espanyol gozó de tres peligrosas faltas en las inmediaciones de la frontal del área local. Los defensores peñistas no eran capaces de anticiparse al alto ritmo de juego del conjunto catalán y los agarrones y zancadillas eran la única forma de detener al rival. A la tercera fue la vencida, cuando el zurdo Izan Checa esquivó la barrera y sorprendió al meta Sisa con un disparo a media altura, ajustado a su palo, que supuso el 0-1 (min. 16). La superioridad de los visitantes quedó patente tras una eléctrica galopada de Pau Salvans por banda derecha que acabó en penalti tras superar a tres adversarios. Iván Gil engañó al portero y amplió la ventaja blanquiazul (min. 25).

La Peña no conectaba tres pases seguidos y observaba impotente el fútbol alegre de los pericos, pero dispuso de varias alternativas para recortar diferencias. Siempre con Monti como protagonista. Sin embargo, al borde del descanso, Izan Checa pudo sentenciar la contienda en una gran acción dentro del área que abortaron a trancas y barrancas entre los centrales, el portero y el travesaño.

Los pupilos de Raúl Casañ estaban heridos en el orgullo y saltaron enrabietados a disputar la segunda mitad. Durante 10 minutos empujaron a los pericos a sus dominios y articularon interesantes incursiones por la izquierda, destacando Pau y Mercadal.

Antes de cumplirse el minuto 60, el conjunto local desató los aplausos en la grada tras un centro con la zurda de Mercadal que cabeceó Sergio con intenciones letales, obligando al guardameta Joan a lucirse con un paradón.

La Peña encontró premio a su insistencia con un penalti por agarrón sobre Álvaro que Monti ejecutó a la perfección (min. 66). La reacción del colista no fue un espejismo, pero ni siquiera la expulsión del visitante Checa a los 77 minutos ayudó a los ibicencos a consumar el empate.