La SD Formentera consiguió ayer un más que meritorio empate (1-1) ante el Athletic Club en el partido de ida correspondiente a los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, disputado en el estadio municipal de Sant Francesc ante más de dos mil personas. El conjunto pitiuso tuteó y puso en evidencia al equipo bilbaíno, que no jugó a nada, y a su entrenador 'Cuco' Ziganda, que no fue capaz de encontrar soluciones para encarrilar la eliminatoria.

Un gol de de Raúl García en el minuto 62, dos después de encajar su equipo el 1-0 e instantes después de sustituir a Kike Sola, evitó un ridículo aún mayor de un conjunto vasco que jugó un partido muy mediocre y ya van tres consecutivos tras su empate ante el Ostersunds (2-2), la derrota en Leganés (1-0) y las tablas que firmó ayer en la pitiusa menor.

El Athletic jugó igual de mal que en los últimos encuentros, pero también porque el Formentera le plantó cara desde el principio y no permitió que los rojiblancos jugaran con fluidez.

El dominio fue alterno en los primeros compases de un choque que, en teoría, tendría que haber sido desigual por la categoría de ambos contendientes, pero ayer hubo momentos en los que no se supo cuál de los dos era el de Segunda B.

En la primera media hora no hubo peligro en ninguna de las porterías. Solo disparos flojos a las manos de los guardametas y lanzamientos altos. El Athletic parecía que quería, pero no podía. Los pitiusos estaban muy bien escalonados en el campo y no permitían que su rival combinara con criterio o peligro.

Por si fuera poco, en el minuto 34 el meta Kepa Arrizabalaga despejó un balón que se colaba a gol tras un excelente remate de Omar. Fue la ocasión más clara de la primera parte y que motivó, además, que el entrenador visitante mandara calentar de inmediato a sus jugadores reservas porque empezaba a no gustarle nada lo que veía sobre el terreno de juego. Y más cuando en los siguientes cuatro minutos el portero vasco también tuvo que emplearse a fondo tras los remates de, otra vez, Omar, y Dailos.

La primera parte acabó sin goles, pero la ganó a los puntos un Formentera más comprometido, más ambicioso y también más centrado.

La segunda mitad empezó con un buen remate de Omar y la réplica de Aketxe, pero el marcador no se movió.

En el minuto 58, Merino reclamó un penalti de Javi Rosa, pero el colegiado, acertadamente, no lo pitó.

La caja de los truenos se destapó en el minuto 60, cuando Liñán resolvió una jugada en el área del Athletic y metió el 1-o ante el delirio de los aficionados formenterenses, que celebraron por todo lo alto el gol y lo que representaba.

Era la rebelión del modesto. Un gol para la historia, para celebrar y para recordar, pero la fiesta duró poco. Exactamente dos minutos, que fue lo que tardó en empatar Raúl García, que entró, marcó y acalló a los seguidores del Formentera. Los otros, los del Athletic, ya llevaban un buen rato sin decir palabra. Para ellos no había nada que celebrar porque su equipo empatara ante el modesto Formentera, recién ascendido a Segunda B, mientras ellos disputan la Liga Europa.

El gol, de todas formas, animó un poco a los bilbaínos, pero sin exagerar. Tocaron un poco más el balón, pero nada más. El meta Marcos Contreras no tuvo que intervenir para nada y el encuentro se fue diluyendo porque a los dos equipos les venía bien el empate: al Formentera porque lo había soñado y al Athletic porque quería pero no podía porque le falta frescura y tal vez ideas aportadas desde el banquillo.

El Athletic regresó anoche a Bilbao, donde le esperan unos días difíciles, especialmente al técnico 'Cuco' Ziganda, si se tiene en cuenta que ahora se enfrentan al Barcelona, mientras el Formentera se fue a dormir feliz y contento tras disfrutar de un partido histórico y un empate justísimo tras domar a unos 'leones' venidos a menos en Sant Francesc.