Ana Ferrer, uno de los referentes del Puchi de la División de Honor, manifestó esta semana que debutar con su club de toda la vida en esta categoría será cumplir «un pedazo de sueño». Además, recalcó que su equipo va a afrontar «un cambio bastante drástico» en una temporada en la que van a «aprender mucho». «Vamos a tener que sudar mucho para rascar los puntos», declaró.

«Lo más difícil de todo va a ser afrontar ciertos partidos que a priori son muy complicados, pero en los que tendremos que estar ahí. Intentaremos, con nuestras virtudes, llegar lo más alto posible», manifestó la ibicenca, que lamentó también que no llega en las mejores condiciones al estreno porque no ha podido entrenar todo lo que le hubiera gustado.

«Creo que tendremos un rol muy peleón. Espero que la garra que hemos exhibido hasta ahora no se pierda y nos permita conseguir la ansiada permanencia, que sería lo más, pero no va a ser nada fácil», aseguró Ferrer, que también recalcó que se debe confiar en las posibilidades del Puchi. «Si no creyese en la permanencia no jugaría. Confío totalmente en este equipo y sé que todas mis compañeras van a luchar tanto como yo por este club. Si hacemos bien las cosas y trabajamos, podemos lograrlo», indicó.

Ferrer reconoció que todavía se le ponen «los pelos de punta» cuando piensa en que hoy debutarán en la máxima categoría del balonmano femenino español. «Estoy muy contenta por nosotras y, sobre todo, por la isla debido al apoyo que siempre hemos tenido. Y, como no, por todos los jugadores de la cantera que quieran seguir creciendo y mejorando. Es una ilusión más para todos y un orgullo para Ibiza», manifestó la jugadora, que recalcó también que el Granollers, primer rival, «está muy fuerte».