El árbitro ibicenco Thierry G. Torres se estrenó el pasado fin de semana como árbitro principal en la Tercera División de fútbol, abriendo así una nueva etapa tras su ascenso a la categoría. Su debut se produjo en Mallorca, en el partido que disputaron el Llosetense y el Son Cladera, con victoria para los de Lloseta por 1-0.

El pitiuso se sintió «muy bien» en el encuentro y comentó que no le fue extraño dirigir un duelo de esta categoría, en la que ya había actuado «de asistente muchas veces». «Fue todo bien en el campo. Lo único es que entre los banquillos de ambos equipos hubo algo de pique», declaró el colegiado, que espera ya su próxima oportunidad. En principio, debería pitar encuentros «cada dos semanas, más o menos», según explicó él mismo.

En Lloseta estuvo acompañado por otro pitiuso, Antonio Firvida, que le hizo las labores de asistente, quien no era la primera vez que desarrollaba esta faceta en Tercera División. El otro linier del encuentro fue Isaac Gutiérrez, del Comité de Árbitros de Mallorca.

Torres dijo que no se marca ninguna meta especial en el arbitraje, pero tampoco descarta nada. De momento, ha cumplido «una etapa» y sabe que «seguir creciendo será complicado». Sin embargo, con sólo 21 años, tiene todo el futuro por delante y no se cierra ninguna puerta. «Llegar a Primera, por ejemplo, es muy complicado, pero no lo descarto».

El nuevo colegiado de Tercera División pertenece a la última hornada de árbitros pitiusos que están destacando por su buena labor. De hecho, en la última Fiesta del Fútbol Pitiuso fue reconocido, por la delegación insular de árbitros, por su gran temporada.

No fue el único, ya que en esta ceremonia también se premió a Antonio Luna (joven colegiado con gran proyección que llegó a detener un partido por los gritos que profirió un padre a un jugador de categorías base), Manuel Martínez, Thierry Torres y Antonio Costa (que dejó el arbitraje).