«Estuve 17 años en las categorías inferiores del Real Madrid. No quería ser entrenador profesional. Mi idea era formar a niños como vosotros. Sin embargo, hay veces que las cosas vienen así y a mí me tocó dirigir al Real Madrid durante cuatro temporadas. Después, me eligieron como seleccionador y, lógicamente, no pude decir que no. Fue un período muy corto e intenso y casi ningún entrenador profesional ha entrenado tan poco tiempo como yo», afirma Vicente del Bosque (Salamanca, 23 de diciembre de 1950) en la clausura del campus que lleva su nombre y que se ha desarrollado a lo largo de esta semana en el campo de fútbol de Sant Carles.

Su auditorio lo conforman unos 60 niños y niñas -entre ellos dos jugadoras procedentes de Canadá- que han tomado parte en esta segunda edición del Campus Vicente del Bosque. Los pequeños, como es el caso de Iker, no paran de acribillar a Del Bosque a preguntas y a pedir autógrafos. Los padres tampoco se quieren perder palabra ni una fotografía con sus hijos de Del Bosque, que en ese «período corto e intenso», como él dice, consiguió dos Campeonatos de Liga y dos Ligas de Campeones con el Real Madrid (1999-2003) y la Copa del Mundo 2010 y la Eurocopa 2012 con la selección española (2008-2016).

La charla con los pequeños dura una media hora. Primero, Del Bosque les da un consejo: «Lo más importante es la técnica. En cualquier juego hay que dominar la técnica y, por lo tanto, dominar el balón. Cada vez hay que tener más cercanía y amistad con la pelota». Después, son ellos los que le interrogan: «¿Quién era el mejor de la selección? No puedo elegir a uno en concreto. Hemos tenido grandes jugadores y para mí todos son muy buenos», «¿Casillas? El nuevo seleccionador no le ha convocado, pero es un chico de comportamiento excepcional y sus 167 internacionalidades son una barbaridad», «¿Por qué dejé la selección? Ya llevaba mucho tiempo y estoy viejo. Podría haber seguido un año más, pero ya con 66 años que tengo era el momento de dar paso a alguien más joven».

«No me aburro»

«No me aburro»

Del Bosque tampoco se pone nervioso ante los medios de comunicación. Eso sí, casi imitando a Francisco Umbral, ha venido a hablar de su campus. «Estamos encantados de hacer esta actividad y de ofrecer una alternativa a los niños de aquí; que es practicar el deporte que les gusta y estar una semana entretenidos. No estamos buscando tanto que destaquen o que sean brillantes, sino que se diviertan y se formen a través del juego y, en ese sentido, tanto este campus como los que realizamos en Palma, Salamanca, Madrid o Estepona son un éxito», declara el técnico, que reconoce que, tras cumplirse un año desde que dejó la Roja, vive más tranquilo, aunque «siempre estoy con alguna cosa y no me aburro. Estoy entretenido». Del caso de Villar prefiere no hablar, aunque horas antes había señalado en la prensa que espera que el caso se resuelva pronto y que desea «lo mejor para él y para el fútbol español».