El empate sin goles quizá no sea el mejor resultado para encarar el encuentro de vuelta, pero lo cierto es que la Peña hizo ayer un partido muy serio y mereció conseguir algo más. Dani Mori, al igual que en el partido disputado en Alzira, dispuso una defensa de cinco hombres, con Navarro, Pau Pomar y Rubén Martínez como centrales, y Moreno y Gallardo en los laterales. La táctica funcionó y la Peña consiguió anular a un rival que, en el uno contra uno, era muy superior, pero que sufre sin balón.

No era un día para intentar muchas florituras. El filial del Málaga tiene jugadores de una calidad tremenda, como Javier Ontiveros, que esta temporada ha disputado 18 partidos y ha anotado 2 goles en Primera División; 'Kuki' Zalazar, hijo del mítico exjugador del Albacete José Luis Zalazar y que pretenden, entre otros clubes, el FC Barcelona; o Aarón Escandell, tercer portero del primer equipo. Auténticos jugones que, en segundos, te pueden liar una buena.

Por ese motivo, el conjunto pitiuso tomó sus precauciones y se centró en frenar al adversario que, pese a su superioridad técnica, apenas se acercó con peligro a las inmediaciones de Torres. Aarón, por su parte, fue casi el mejor de su equipo con intervenciones de mérito ante Javi Gallardo o Bernal.

Ocasiones locales

Las primeras ocasiones llegaron a balón parado y no se hicieron esperar. Pepe Bernal botó una falta y Rubén Martínez cabeceó desviado en el minuto 7. En el 14, otro lanzamiento de falta de Bernal se envenenó y a punto estuvo de sorprender al guardameta visitante. Una doble ocasión de Javi Gallardo, en el minuto 41, fue desbaratada por Aarón, mientras que, por parte malagueña, sólo Ontiveros, en la banda izquierda, fue una pesadilla para la defensa ibicenca.

La primera parte finalizó con un conato de tangana entre los jugadores de ambos equipos, cuando los visitantes reclamaron a Piquero que no hubiese echado fuera el balón cuando uno de sus compañeros estaba tendido en el suelo. Por suerte, la bronca terminó sin consecuencias y con una tarjeta para el portero visitante por simular una agresión.

En la segunda mitad, el Malagueño tuvo más el balón pero, como en el primer tiempo, no acababa de acertar en los metros finales. La Peña, sin perder la solidez y la imagen de equipo rocoso, estuvo a punto de marcar en los últimos minutos, al igual que ocurrió hace quince días ante el Alzira. Primero fue Cristian Terán, quien tras dejar atrás a varios rivales, disparó fuera por muy poco en el minuto 83. En el 89 fue Bernal el que sacó otra falta con mucho peligro para que Ian Soler despejara cuando dos jugadores de la Peña se disponían a rematar. El árbitro no tardó en señalar el final y el público se marchó a toda prisa para ver la final de la Liga de Campeones. La eliminatoria se decidirá dentro de siete días en Málaga, pero la Peña ha demostrado que tiene opciones.