El Formentera no tiene nada pensado para celebrar un histórico ascenso a Segunda B. El club, los jugadores, los aficionados y el cuerpo técnico huyen de la euforia ante una posibilidad única este mediodía en la Ciudad Deportiva José Luis Compañón ante el Deportivo Alavés B. Sin embargo, el 2-0 de la ida cosechado en Sant Francesc hace que a la entidad la separen únicamente 90 minutos del primer ascenso de su historia a la categoría de bronce del fútbol nacional.

El técnico Tito García Sanjúan hizo hincapié ayer en la tensión que deberán tener sus jugadores en los primeros 15 minutos de cada parte. Los futbolistas, habituados a salir en tromba a por el rival, deberán hacer un ejercicio de contención para detener las acometidas del filial albiazul, que tratará de meterse en el encuentro a las primeras de cambio. Este será el cuarto play-off para el preparador aragonés. En su currículo atesora ya tres ascensos y un amargo recuerdo del Borriol-Torrellano para subir a Tercera. No en vano, en el año 2009 también defendía un buen resultado en la ida (1-0) y acabó saliendo goleado 4-2 en el segundo duelo.

La plantilla llegó ayer con media hora de retraso a la ciudad deportiva del Alavés, ya que el autobús les dejó por error en el campo municipal de fútbol de la ciudad. Después del mareante trayecto, los jugadores se ejercitaron durante algo menos de una hora en el campo Ciriaco Errasti, uno de los terrenos de juego de hierba natural de las instalaciones, donde pulieron los últimos detalles para tratar de sorprender al conjunto rival.

Familiares de Lolo y de Gabri (que militó en el Alavés y que todavía es muy recordado y querido por el personal del club vasco) presenciaron el último entrenamiento antes del duelo definitivo.

Se espera un escenario peculiar. Con un tapete de césped húmedo por las recientes lluvias que han caído sobre Gasteiz, que unido a la escasa altura de la hierba y las altas temperaturas del sábado harán que esté rápido. Unas condiciones que favorecen al juego de toque formenterense, pero que obligarán a los pitiusos a estar especialmente acertados si no quieren sufrir en defensa ante un conjunto que, pese a su juventud, tiene mucha calidad.

Familiares de Gorriz

Otro de los que más apoyo recibirá desde la grada (inexistente en la ciudad deportiva, únicamente hay vallas de un metro separando el campo del exterior) será el delantero Alberto Gorriz, que tendrá a medio centenar de familiares y amigos insuflándole energía desde fuera de los límites del terreno de juego. «La semana se ha hecho larga esperando el partido. El vestuario está animado y con muchas ganas de que llegue el momento de jugar. Lo importante es salir a ganar y no meterse atrás. Todo pasa por tener el balón y hacer un gol», aseguró.

El defensa Javi Rosa es uno de los futbolistas más emblemáticos de la plantilla. Un líder que no se arruga en momentos difíciles. Rosa, al igual que Gorriz, aseveró que no pueden perder su identidad o, de lo contrario, les tocará sufrir ante el Alavés B. « Tenemos que jugar igual que hemos hecho todo el año. Si lo hacemos será muy difícil que se nos complique y que nos vaya mal. En el último encuentro fuera de casa es clave no encajar», añadió.

El técnico de los isleños podrá contar con Liñán -fuera en la ida por lesión- y con Kiko -que tuvo que ser sustituido en el partido de ida por problemas físicos-.

En la defensa de la red pitiusa será clave el guardameta andaluz Marcos Contreras. Un auténtico icono del club, que todavía aguanta el dolor que le llega desde el isquiotibial de su pierna derecha. Una lesión que dejó fuera en los últimos partidos de Liga al que, junto a Adrian, es el único futbolista que permanece desde el histórico ascenso de Regional a Tercera.

Poco más de un lustro ha pasado desde entonces. Unos años en los que el Formentera ha crecido en todos los sentidos hasta llegar a ser un club temible en Balears. Un día y 90 minutos de resistencia. No hace falta más para ser equipo de 2ª B.