El colectivo arbitral de Ibiza y Formentera ha dicho basta. No admiten «más insultos y amenazas» por parte de Carlos Fourcade, presidente y entrenador del Inter Ibiza. Lo sucedido el pasado domingo en el partido entre el Inter y la UD Ibiza-Eivissa ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia. «No vamos a permitir que este señor nos acuse de prevaricadores e, incluso, de racistas», asegura Julián Córdoba, delegado arbitral de Ibiza.

En un principio, los colegiados barajaban la posibilidad de no arbitrar más partidos del Inter Ibiza. Sin embargo, como defiende Córdoba, los equipos que jueguen contra ellos «no tienen la culpa» y, además, «también tiene conjuntos de categorías inferiores y los niños no deben pagar los platos rotos de la actitud de un dirigente adulto».

Por ese motivo, los árbitros, independientemente de la postura que adopte la Federación Balear o el Comité de Competición, han tomado la decisión de dejar de dirigir los partidos del equipo gualdiazul «si este señor (Carlos Fourcade) está en la instalación deportiva». «No nos negamos a pitar los partidos. Lo que pasa es que no lo haremos mientras esta persona se encuentre en las inmediaciones del terreno de juego, sea en el banquillo o en la grada», apunta.

Esta medida, en principio, se empezará a aplicar este mismo fin de semana y se mantendrá en la próxima temporada. «Si este señor sigue, nosotros seguiremos en la misma línea. Los árbitros asumimos las críticas y las quejas. Al fin y al cabo, también podemos cometer errores y es algo que muchas veces no se puede evitar. Pero no vamos a permitir comportamientos de este tipo y que intente desacreditarnos asegurando que le estamos persiguiendo o que hay un complot contra él o contra cualquier otro club, cuando no es cierto », dice.

Insultos y provocaciones

Según el delegado arbitral, Carlos Fourcade tiene una trayectoria poco ejemplar. «Hace ya tres temporadas teníamos que ir a los campos con protección policial porque amenazó a los árbitros. También han sucedido otros incidentes con él, algunos más graves y otros menos. Es alguien que se dedica a cargar el ambiente, con insultos, vejaciones y un comportamiento agresivo», considera.

El domingo, en su opinión, el presidente del Inter Ibiza «cruzó la línea» y en Can Cantó sucedieron unos hechos que considera «muy graves», como es coger las tarjetas de un árbitro y lanzarlas a la grada. «Empleando un símil es como, si en un juzgado, alguien le quita la toga al juez y la arroja por la ventana. Algo parecido le pasa a un árbitro cuando le quitan las cartulinas. Y gracias que le dio por ahí y que no pegó al colegiado porque Dios no quiso. Pero eso no fue todo. En el vídeo que circula por las redes sociales se puede ver como este señor, además de cierto sector de seguidores y algunos integrantes del cuerpo técnico, insultan gravemente al colegiado y a uno de los rivales. Es algo totalmente intolerable», añade.