En el fútbol, sin jugar bien, se pueden conseguir victorias. La efectividad es lo que cuenta y a esa premisa se agarró ayer el Sant Rafel para batir al Collerense por 2-0 en el partido disputado en el campo municipal rafeler. El triunfo de los pitiusos fue injusto porque los mallorquines merecieron al menos empatar. Sin embargo, los tres puntos se quedaron en casa y mantienen viva la esperanza de clasificarse para el play-off de ascenso.
Será difícil que los blues acaben la Liga entre los cuatro primeros, pero es la motivación que le queda a una plantilla que lo dará todo por conseguir la mejor clasificación de la entidad en la Tercera. Tras este triunfo se quedan a ocho puntos del Alcúdia, cuarto de la Liga que empató con el Formentera (1-1).
La fortuna, otras veces esquiva, le sonrió ayer al bloque entrenado por Vicente Román. De hecho, los ibicencos se pusieron por delante en el marcador gracias a su primer disparo entre los tres palos. Fue en el minuto 7 y Gerardo el autor del gol. El refuerzo invernal de los blues se zafó de su par con un bonito gesto técnico y luego conectó un disparo duro ante el que nada pudo hacer Pau. Era el 1-0.
De ahí hasta el final del primer tiempo el Collerense dio más sensación de peligro (aunque siempre a balón parado), frente a un bloque ibicenco al que le faltó frescura y rapidez en la circulación del balón. Antes del intermedio los pitiusos reclamaron dos posibles penaltis, pero Carballal Vales no vio nada punible en ninguna de las acciones.
Segundo tiempo
La segunda mitad comenzó con los del Coll d'en Rebassa dominadores, obligando a los locales a retrasar líneas.
El dominio de los mallorquines estuvo a punto de dar sus frutos, pero Román evitó el que pudo ser el 1-1 en el minuto 64. Álex se plantó solo ante el guardameta ibicenco, que estuvo rápido de manos para desviar el chut del jugador visitante.
Luego, un disparo de Donato a la media vuelta se fue por la línea de fondo. Se mascaba el empate pero llegó el 2-0, tras una bonita acción personal de Íñigo (en el minuto 84).
